Por Felipe
Hace cuatro años un amigo me invitó a probarme en el equipo de la facultad que él jugaba. A su parecer, en principio, no me daba la chapa para participar y es por eso que ante las reiteradas ofertas que le hacía para ir a jugar con ellos me evitaba con cualquier alusiva que se le ocurría: de 5 juego yo, así que no tenés chance me decía! El ocho la rompe toda, me repetía hasta el cansancio. El 4 es nuestro capitán! Y así cualquier cosa servía de excusa para no llevarme.
Hasta que un verano, creo que enero del 2012, me dice: ché estamos buscando un 3, te animás? Lo miré como diciendo, viste que ya ibas a caer puto! Y así fue que una tarde soleada, de muuuucho calor, arrancó mi historia con el hasta entonces seleccionado de fútbol amateur con más exigencias del mundo para participar.
Hoy, casi 5 años después, lo puedo mirar a la cara y decirle que le agradezco por haberme invitado, aunque sea por la ventana, porque a pesar de haber jugado de cualquier cosa más que de 3, esa invitación me devolvió el espíritu de competencia, me devolvió el estar toda la semana pensando y deseando que no llueva porque si no la fecha se iba a suspender, y entonces mi fin de semana iba a estar incompleto, porque no iba a intentar dar un pase a un compañero, porque no iba a caer en la realidad en lo malo que me había convertido como jugador de fútbol!
Pero sabes qué, ahora sé que lo importante en todos estos 5 años no era todo eso, tampoco lo era tanto el ganar, el perder, el salvarnos de descenso, ni siquiera el ascender y salir campeón! No señores, yo les tengo que agradecer a todos, a cada uno de los que pasó por el equipo, porque me dieron la oportunidad de jugar al fútbol como nunca antes, CON AMIGOS! Porque eso significa Deportivo Rejunte para mí, un grupo de Amigos!
Gracias.
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