La tarde anterior a la última batalla,
Deportivo Rejunte se había encontrado con que el Tribunal de Disciplina lo
ponía en lo más alto de la tabla con tan sólo una fecha por delante. La avivada
de Mariano más la coordinación del resto de rejunteros hicieron posible que,
cual Rey Salomón, los jueces fuera de la cancha hicieran justicia y decretaran
el triunfo frente a Enfiestados por aplicación del Reglamento.
A nadie le importó el cómo, pero eso no puede
hacer olvidar que la kermés no estaba en esa posición porque le dieron una mano
o porque fue puesto a dedo. El borracho se ganó cada uno de los puntos
anteriores adentro de la cancha, con huevos, actitud, disciplina, buen fútbol y
sacrificio, por lo que nadie, pero nadie, podía discutir la legitimidad
de la punta del campeonato, aún cuando muchos quisieron meterle el cuento de la
dignidad y de los códigos futboleros, códigos que, dicho sea de paso, también
dicen que cocodrilo que se duerme es cartera, y Rejunte también es líder en no
dejarse tocar el culo. En síntesis, el pensamiento del borracho es “Si me
ganás, hacelo bien y sin cagarme”. Así lo hicieron Enrique, Baldoseros y
Bolilla III (nadie más??), pero el verdinegro no se deja prepotear por nadie, y
así como Herno le dijo a más de uno “te peleo con la cabeza”, esta vez no iba a
ser la excepción y con la cabeza ganamos esos tres puntazos.
Difícil era dormir en la madrugada, con tantas
sensaciones dando vuelta en la cabeza de cada rejuntero. Por un lado, se había
asegurado el cuarto puesto, pero no había (ni hay aún) certezas oficiales de
que asciendan más que los primeros tres. Eso implicaba el enorme desgaste
mental que significaba saberse virtualmente ascendidos, pero sin la
confirmación definitiva. Sin embargo las felicitaciones iban y venían por
WhatsApp y todos festejaban lo que para un equipo tan sufrido ya era una
verdadera hazaña. Encima, al día siguiente debía jugarse contra un equipo con
chances reales de ascender, por lo que la cabeza esta vez tenía que estar fría
y el corazón caliente, sin perder ni una ni el otro.
El alba encontró a cada integrante del equipo
con una única certeza: para salir primeros había que ganar o ganar, y para eso
había que dar, una vez más, todo lo que les quedaba dentro.
La calurosa mañana en Ciudad Universitaria
invitaba a saborear la gloria. Se la olía, estaba flotando en el aire, se
notaba en la confianza que cada player traía consigo. El semblante de los
jugadores era totalmente diferente al de nueve días antes en cancha cinco: las
bromas volvieron a tener lugar en la previa y la cercanía del encuentro iba
poniendo al equipo en modo guerrero. Probaron Feli y Planta con el Profe porque
nadie quería perderse el encuentro y se destaca el enorme esfuerzo que ambos
hicieron para llegar y como acompañaron cuando sabían que no tenían chances
físicas de jugar.
Beto, sabedor de que en el partido anterior
faltó determinación, dio una charla emocionante en la que sólo pidió
tranquilidad y compromiso, además de hacer una pequeña variante táctica que
resultó fundamental.
Se sumó Feli en la arenga final, dijo cuatro
veces la palabra “nada” en 40 segundos y destacó que había que matarse
por el compañero para ganar, y Rejunte salió a comerse el campeonato con este
once inicial:
Mariano
Colo Herno Ciarlo Mauro
Javi Fede Jack Juan
Perro
Mosca
Arrancó entonces el encuentro y Rejunte fue
granítico por donde se lo mire. El movimiento de ajedrez de enrocar a Fede con
Javi daba frutos, porque la banda era nuestra y principalmente porque el hijo
del viento gélido se hizo patrón del mediocampo a base de parar la pelota,
pensar y tirársela al compañero mejor ubicado. O sea, a base del fútbol que
lleva en la sangre. Parece que las quinientas veces que en la semana escuchó “Fede,
por favor pará una pelota” le hicieron efecto, porque manejó los hilos a su
antojo e hizo que el ritmo lo pusiera Rejunte, tocando con el griego, Juan o
Javi sin distinción .
A eso hay que sumarle la descomunal tarea de
Jack, ya que el griego jugó sus mejores minutos del torneo justo cuando más se
lo necesitaba. Raspó, cortó y jugó, encarando siempre y siempre ganando, por lo
que hasta ese momento era la figura indiscutida de la cancha.
Atrás, la defensa estaba sólida, y sólo sufrió
un par de veces cuando la agarraba el chiquitito con la nueve rival, pero fue
cuestión de tomar la marca más firme para que nada pasara. En la única que
Vuriclub tuvo en la etapa tras un pase filtrado en medio de la zaga central,
Volcán ratificó que se convirtió en arquero de equipo campeón saliendo a matar
o morir con los pies y llegando antes que el delantero para mandarla al
lateral. Estaba inspirado Mariano, tal vez por la presencia femenina en las
gradas, a quien quiso impresionar haciendo un paso de comedia sacándose el dedo
de lugar como para que la niña dijera ohhh, que fuerza de voluntad, va a jugar
con un dedo menos. No pasa nada querida, jugó otras 18 fechas casi sin manos y
acá estamos.
Arriba, se notaba que la chance estaba al caer
porque tanto Mosca como Perro estaban precisos en los pases y en los
desmarques, así que era cuestión de esperar.
La primera llegó luego de un error rival,
cuando se la tocan hacia atrás al arquero y éste la toma con la mano en el
vértice del área chica. El indirecto fue tomado por Ciarlo que no le pudo dar
toda la rosca necesaria y la pelota se fue besando el ángulo. En realidad le
pegó horrible y en el banco dieron que Nico Plantita Ruiz le pega mejor, pero
no queda bien decirlo respecto de un tipo que vino a jugar hasta con una
rodilla menos.
No faltaba mucho para abrir
el score, porque tras una gran habilitación de primera de Perro para Mosca, el
Canario encaró hacia el área y cuando le salía el arquero definió abajo,
cruzado, pero la bola fue amortiguada por el golero y salió para el medio del
área, hasta donde había corrido el goleador verdinegro con olfato asesino. El
can paró entonces la pelota y otra vez, como
en varias fechas, no tuvo mejor idea que amagar, hacer pasar de largo a
uno, a otro y ahí recién definir con el arco vacío para bajar los huevos de la garganta al pueblo
fluorescente. 1-0 y tranquilidad para rejunte que siguió buscando estirar la
ventaja.
Casi lo consigue cinco
minutos después, cuando tras un saque de arco largo de Mariano, la pelota sobra
a la defensa y le queda nuevamente a Mosca sólo frente al arquero a la altura
de la medialuna. Esta tiene que ser, se dijeron los rejunteros en el banco y se
aprestaron a festejar, pero el mosquito le dio peor que Higuaín contra Alemania
(la jugada fue igual) y la pelota se fue al lado del palo.
Beto se quería cortar
las pelotas pensando que en cualquier avance nos podían empatar de culo, como
suele ocurrir cuando desperdiciás oportunidades, pero el trámite del partido no
demostraba posibilidades de que eso ocurriera.
Una más tuvo Rejunte en
el primer tiempo y nuevamente fue de la mano del diez, que ganó una pelota
sobre la derecha adentro del área, y con el arquero vencido intentó tirarla con
comba al segundo palo pero otra vez el tiro se fue afuera.
Nada más pasó en la
etapa, el equipo estaba bien parado en todas la líneas y no hubo necesidad de
meter mano, por lo que los mismos once salieron a jugar los 40 minutos más
importantes del torneo.
Cambió mucho la mano en
el complemento, porque Vuriclub, conjunto de pendejos trasnochados que se reían
entre ellos, se sacó de encima toda presión y perdido por perdido empezó a
jugar muy bien al fútbol dominando a Rejunte que se replegó demasiado.
El medio ya se había
perdido fruto del esfuerzo descomunal del primer tiempo, las marcas ya no
asfixiaban y el rival tenía espacio y tiempo para jugar. Sin embargo, sobre los
10 Rejunte pudo aumentar tras un gran pase filtrado para Mosca que esta vez si,
lo iba a meter. El árbitro ya estaba anotando en su libreta gol del 10, pero
no!!! El hincha de Luján definió cruzado nuevamente desde la derecha y otra vez
la pelota se fue mansita sobre el costado.
No era la tarde para el
gol de Mosca, que pese a tooooodo eso hizo un buen partido, por lo que fue
reemplazado por el Gato a quien Beto solamente le dijo: entrá y enseñales a
estos pibes a definir.
Rejunte no podía
hilvanar dos jugadas seguidas, el nerviosismo se apoderó de los jugadores, y se
potenció al ver que Tioca- Baldoseros no arrancaba en la cancha de al lado y
encima cayeron los de Esa Estrella era mi lujo a alentar a Vuriclub y bardear
mal a los rejunteros por la forma en que llegaron a la punta. Los gritos de
escritorio, dignidad, contales a tus hijos estaban cargados de odio, bronca e
impotencia, y fueron in crescendo a medida que pasaban los minutos.
Beto se la jugó
entonces al mandar al Negro a la cancha a ver si se calmaban los ánimos y
tratar de llevar tranquilidad a los rejunteros que ya no sabían como acelerar
el reloj.
Los minutos pasaban,
entró Pablo por Fede y a muy poco del final inició la jugada que quedará para
la historia: peligro en campo rejuntero y el más chico de los Martínez, tal vez
contagiado por el efecto Simi (la jugada se daba en el sector del 3), en lugar
de mandarla al lateral quiere salir jugando con un sombrero, un pase o un
control raro, pero lo cierto es que la pelota deriva en un bochazo al área propia
que es rechazado por Ciarlo o por Herno.
El despeje sale
bombeado hacia el 8 rival, quien sabe que está a punto de quedarse sin hígado,
porque como dos toros embravecidos salieron a apurarlo el Negro y Jack, los dos
juntos cuando quedaban 2 minutos para el final. Muchos se quedaron con el pase
posterior al Gato, pero el hecho de que fuera el Negro, tal vez el jugador con
peor condición física del plantel, junto al griego (uno de los mejores en el
rubro estado físico) quienes salieran disparados a apretar con el cuchillo
entre los dientes al rival, resume un poco los motivos que llevaron a Rejunte a
estar donde estaba: todos, desde el más atlético hasta el más lesionado de la
historia rejuntera, fueron a comerse al pibito que sólo pudo parar mal la bola,
asustarse por la cara de loco de los dos rejunteros que iban hacia él y aflojar
la patita.
Los que no aflojaron
fueron los verdinegros. El Negro llegó una milésima antes y robó el balón, escuchó
que el Gato le marcaba el pase con un “larga Negro, larga”, y como si se
acordara de algo de esto que se llama fútbol, la comba perfecta de tres dedos
(o el rechazo, según Ciarlo) pasó al cuatro rival y el eterno Stone tuvo que
luchar cuerpo a cuerpo para ganar con la experiencia a un pibe con varios años
menos y unos cuantos kilos más.
Pero en ese duelo
desigual ganó Lion-O tirando el carro de la viveza encima, con un movimiento de
brazo se sacó de encima a su marcador y enfiló para el arco contrario.
Si, Gato, sí, Gato!!!
El grito de Manu se
escuchaba hasta en cancha 7, porque el delantero se aprestaba a enfrentar al
arquero. La filmación de la jugada es magistral, con el plano que se va
inclinando a medida que el rubio rejuntero se acercaba al último escollo. El
último defensor quiso cerrar y fue a apurar con el cuerpo, pero nada amedrentó
al genio que frotó una vez más la lámpara, abrió el pie y sabiendo que el
arquero achicaba bien por abajo se la tiró por arriba, a media altura, para ahí
si, desatar el mayor descontrol de festejo de gol que se recuerde. Fede festejaba
al borde de las lágrimas, Mosca revivía
pensando que nadie lo mataría ahora y que nadie le sacaría el título que se
planteó hace varias fechas cuando dijo: si ganamos todo somos campeones,
estando a 6 puntos y quintos. Por eso se metió en la cancha, la cruzó toda y se
la fue a gritar in your face a los ya humillados de Esa Estrella, que a esa
altura no eran más que pequeños cometas a punto de desintegrarse al entrar al
planeta Rejunte.
El Negro, que había
dejado lo último que le quedaba de aliento en la jugada, se abrazaba con Mauro
que volvía sin poder creerlo. Gato había sido sepultado cerca del córner por
una montaña de rejunteros que fueron abrazarlo, Ciarlo les hacía señas de cerrá
el pico a los de Esa Estrella, Colo les recordaba el 2-0 de cuatro fechas
antes, Hernán los reputeaba de arriba abajo y otra vez el Gato, que había
resurgido de la montaña humana, tuvo tiempo para hacerle el gesto de los
cogimos bien cogidos (dedo en círculo penetrado por el índice de la mano
contraria).
Ni hablar de Mariano,
que quiso aprovechar la distracción general para pedir el Facebook de la
hermana de Juan (quien no la incluyó en su declaración jurada), pero Papádejuan
lo miró feo y retrocedió cual perrito asustado. Parece que los únicos códigos
que conoce Atila son los de Afip.
Faltaba nada para el
final, pero Vuriclub quería seguir asediando. El árbitro ya había dado 3
minutos y el partido estaba en tiempo cumplido, pero un nuevo centro al área
propia terminó en un córner desde la derecha. Terminalo, dejame festejar, le
decían los rejunteros al árbitro, que viendo tanta emoción por años contenida,
dejó patear el tiro de esquina, un borracho rechazó y con la pelota en el aire
pitó el final.
El dale Campeón, dale
Campeón retumbó tan fuerte que los pájaros del pantano (lugar de míticas
reuniones rejunteras acompañadas de choris, fernet y cáñamo sagrado) salieron
en bandada para avisarle a todo el mundo que Rejunte se los había garchado a
todos de parado, con una arremetida final impresionante, con 27 puntos de 33 en
juego en las últimas once fechas que lo ponían definitivamente en la cima del
Olimpo.
La emoción que
sintieron los rejunteros no tiene punto de comparación deportiva, porque se
vivió con el alma, con el corazón, con cada centímetro cúbico de sangre
verdinegra que llevan dentro los jugadores, sangre que se contagió a los fieles
seguidores, presentes físicamente o en las redes, que se contagió a Beto,
artífice indiscutido del orden con el que Rejunte jugó casi todo el torneo,
tomando decisiones antipáticas a veces y dolorosas para él mismo, pero que
todos supieron aceptar porque entendieron que era por el bien del equipo,
además de reafirmar lo que desde el inicio se dijo: el torneo es largo, todos
tendrán sus chanches de jugar y así fue, todos pudieron jugar partidos enteros
y entrar cuando se pudo e incluso cuando se necesitó. Prueba de ello es el
final en cancha de Néstor, Pablo y el Negro, quienes recibieron el premio a la
perseverancia y Beto los mandó a jugar aún con el resultado sin cerrar. Mención
aparte para Planta, titular indiscutido que quedó al margen por su lesión y
para Pela y Axel, que alternaron durante todo el año y siempre apoyaron cuando
no jugaron y cuando lo hicieron fueron fundamentales (el aguante del Pela en la
resistencia contra Esa Estrella y la guapeada de Axel para pelear lo que a la
postre sería el segundo grito mas festjado en la historia rejuntera al dar
vuelta 0-2 vs. Reseristas son para poner en un cuadrito).
Los festejos siguieron
un buen rato a pura pirotecnia, gritos, cerveza y hasta un shampú se descorchó
bajo los árboles que dan a Lugones, previa felicitación recibida por parte de
los amigos de Cosa Nostra, eterno rival que genuinamente saludó con buena onda.
La emoción era el denominador común y los rejunteros no se querían ir más. Pero
faltaba ponerle la frutilla del postre a toda esta locura: Mosca la ideó y todo
el equipo enfiló hacia la confitería, en la cual seguramente estarían los
rivales que si nos hubieran ganado hubiesen sido campeones (no los voy a
nombrar nunca más en ninguna crónica pero ustedes saben de quienes hablo).
Efectivamente al llegar, empezaron los primeros abucheos de los cebollitas,
pero rápidamente fueron callados por un grito gutural que decía más o menos
así, con ritmo de la canción de Clemente en el Mundial 78:
Llegan los Campeones de
la C,
Llegó…..Rejunte
Traigan vino y traigan
fernet
Che maleducado ponete
de pie.
Los neutrales
festejaron la humillación del segundo que ante los hechos consumados nada podía
ya decir, más que mancarse mirar de afuera como el verdadero, el único campeón
festejaba cada vez más fuerte.
El festejo se hizo
eterno y se prolongó varias horas más, cuando cada rejuntero partió hacia sus
hogares con la satisfacción del deber cumplido, con la alegría de haber
superado todas las expectativas, pero principalmente con la convicción de que
sin este grupo humano no se hubiera llegado a lo que llegamos, porque sin lugar
a dudas, todo se hace más facil cuando el rival tiene a todo un equipo enfrente
y no sólo a once jugadores de fútbol, cuando cada derrota duele y da sed de
venganza, cuando cada triunfo hace creer que se puede, cuando jugás con tus
amigos, como lo hacías cuando eras pibe.
Salud, campeones!!!
Continuará con las
sensaciones personales del redactor.
Puntajes de Elio
Amarrete Rossi
Mariano 7. No le llegaron mucho pero cuando tuvo
que intervenir lo hizo muy bien. Jugó con el dedo machacado y se la
aguanto como un campeón
Coló 7. Los delanteros eran rápidos pero el colo domino casi todas las situaciones. Alguna que otra demás por ahí pero siempre bien parado Herno 7: muy seguro. bien anticipando y sacando al equipo. Leo 7. El ¿retirado? Viejo rejuntero la banco muy bien con mucho oficio. Mauro 6: siempre cumple, mucho sacrificio y voluntad. Ganó más de las que perdió. Javi 6: partido más que correcto del PF. Siempre corriendo y tratando de jugar. Los de esa estrella se enamoraron de su culito. Ojo javiiiii que te pongo tiradores Fe e 7: hermoso partido del joven nro 11. Pidiendo la pelota y asistiendo a los delanteros con esa zurda mágica. JACK 7.5. Siempre la tiene un poquito más pero como disfruta la redonde en los pies del griego. Mucho huevo para correr y recuperar, y mucho fútbol para jugar. Juan 6: al joven hermano de Euge, no le salieron bien las cosas. Trató pero no pudo meterse en el partido. Suma medio punto y todos sabemos porque..... Perro 7: nonpodes terminar de otra manera que marcando el camino al campeonato. Siempre bien parado. No tuvo muchas pero como siempre las pelea todas y una te la manda a guardar Mosca 5: tuvo muchas muchas oportunidades y no le salió una. Salvo en el gol del perro la "asistencia"?? Corrió una bocha en defensa que le sube medio punto. Gato 7: entró y todos pensamos que alguna iba a tener. Parecía desenchufafo del partido, pero cuerpeo como Slatan y definió como CR7. Gol y a festejar. Gracias Cat. Negro Cesar 7: Entró para tenerla y parecía que una caída le jugaba una mala pasada a su tobillo, pero el negro es Muy Grande y dio un pase Bochinesco tres dedos que aplaudió toda Ciudad y disfrutó todo Rejunte.
Pablo 6 entró para no tirar la pelota al lateral y que venga la jugada del segundo gol. Crack
FELI 6: lo más importante es que se exigió y no dolió. Pudo estar en el último partido. Le metió mucho sacrificio, como siempre. "Por el compañero" | ||||||||
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