Hasta la victoria, rejuntero!

Desde el sábado a las 15 hs estoy buscando en mi cabeza una historia, real o inventada, que pusiera en clima de partido a la banda rejuntera.
El sábado pasó sin pena ni gloria, caliente porque sabía que hoy no podíamos definir nada matemáticamente. El domingo fue puro deporte por tele, sin dedicar más tiempo a la tarea que tenía en mente. Y ayer lunes, día de fiaca y preparativos de la semana laboral, aunque a Ciarlo y Fede les cueste creerlo.
Sin embargo, la idea no salía y así llegó el amanecer del martes. Sensibilizado tal vez por la tragedia del Chapecoense, ocupado en el trabajo por la mañana, no encontraba las palabras necesarias para motivar a este equipo.
Entonces se me ocurrió pensar en uno por uno de los rejunteros. Y pensé para mis adentros: qué les diría para que salieran hoy a comerse a Enfiestados? Dale, vos podés, meté un golazo, un gran pase, hacé un quite memorable, sacá una bola del ángulo. Demasiado trillado. Ya lo hicimos durante 17 fechas en cada charla pre partido, ya se los han dicho hasta el cansancio. Ya saben lo que tienen que hacer.
Pero entonces, que te digo, rejuntero?
Y apareció así la palabra mágica: Gracias.
Gracias a cada uno de los que hoy van a estar en la cancha 5 de Ciudad Universitaria desde las 20 hs. Gracias porque todos dejaron mucho por el equipo este año. Sé de primera mano los quilombos que muchos de Uds. ( cada uno piense por un segundo en su propia situación y recuerde lo que dejó de lado para estar muchos sábados con los cortos) tuvieron para poder asistir a cada cita demencial. Sé también que muchos jugaron varias veces en puestos que no les resultan naturales, pero que las ganas de jugar y de ayudar son más fuerte y por eso les agradezco.
Otros, grupo en el que me incluyo, aprendieron a aceptar que esos 15 minutos en cancha también son importantes para el equipo, minutos que cuando se puede o se necesita se multiplican en el reloj del árbitro.
Muchos cambiaron horarios de trabajo, viajes, se pelearon con la jermu, cedieron en arreglos, perdieron guita, y todo por que? Porque son rejunteros de alma. Los más nuevos lo fueron incorporando a lo largo del año, hasta Javi que tiene menos de medio torneo encima sabe que en la cancha se juega como hermanos, y cambió el modo elegante de jugar que se le nota por el overol en los partidos más chivos. Los más viejos saben que están ante la oportunidad de su vida deportiva, porque ya este torneo pasó a ser tan importante como los que jugaban en inferiores de algún club del ascenso hace muchos años.
Miro la lista de jugadores y salvo las juveniles excepciones de Axel y Juan y el casi veterano Mariano, todos somos más 30, con varios más 35 y un eterno más 40. Y sin embargo hoy se siente como si todos tuviéramos 15 y estuviésemos por jugar la final del campeonato de la escuela contra “los del B”, esos putos que nos miran feo solamente porque jugamos mejor a la pelota que ellos.
No hay demasiada vuelta ya, las cartas están sobre la mesa y sólo resta barajar dos veces más. Son dos manos en las que la suerte influye, pero más va a influir nuestra capacidad de no dejar que nos sorprendan. Dejá todo hoy, hasta lo último que te quede. Pensá que sos un privilegiado si te toca entrar, porque afuera va a haber compañeros que van a trabar cada pelota con vos, van a patear en el aire cuando te quede una linda, y van a volverse locos y entrar a abrazarte en la cancha si la embocás, pero también van a estar esperando ansiosos su oportunidad de hacerlo igual o mejor que vos, así que no te duermas, no ganamos nada aún, así como estamos hoy, nos podemos quedar sin nada en unos días.
 Tomate un minuto en medio de la vorágine del laburo y relajate. Pensá un rato en el motivo por el que vas a estar en cancha 5 esta noche.
Yo lo voy a hacer porque me apasiona el fútbol, y dentro de esa pasión encontré el mejor grupo humano en el que participé en mis 30 años de jugar en distintos equipos.
Hubo una época, hará unos 12 años, que cansado vaya uno a saber de qué, dejé de lado la redonda por unos 5 años y la cambié por una raqueta y una paleta. Gané unos cuantos torneos doble y singles, y me puteaba por haber descubierto esos deportes ya de grande, porque les ganaba a los que hacía años que jugaban y disfrutaba cada partido.
Pero algo faltaba, y yo pensaba que era porque estaba sólo, o a lo sumo con mi compañero en dobles y entonces no compartía vestuario, previas, partidos y la coca del final con nadie más.
Tuvieron que pasar varios años para que me diera cuenta lo que me faltaba, hasta que mi cuñado me llevó una tarde a jugar con su equipo, de un club de la zona donde vive que jugaba la liga municipal. Fui con chapa de “jugó en Morón”, pero no la toqué, me ahogué a los 15 minutos y el comentario a mi cuñado fue: “éste jugó en Morón?”
Sin embargo ese día hubo algo que me hizo click y que hizo que nunca más se me cruzara por la cabeza la estúpida idea de no jugar al fútbol. Ese día volví a sentir el olor a pasto en una cancha, y por eso insistí a mi amigo personal Ciarlo a que me llevara a jugar cuando se pudiera a ese equipo del que todos los jueves me hablaba en las rondas de póker con amigos. Antes de venir yo ya conocía como jugaban y más de una historia de hazañas y muchas otras de derrotas injustas.
Quiso el destino que mi inicio fuera frente a quien hoy es un referente del equipo y un ejemplo a seguir, frente al viejo equipo Fidel, el cual de la mano del Gato nos pegó un baile terrible y nos comimos 4. Desde entonces pasaron 7 temporadas generalmente agridulces, hice algunos goles importantes y me sentí siempre parte del equipo, el que se convirtió en mi cable a tierra de cada semana.
Entonces llego a la conclusión de que hoy voy a estar en cancha 5 por un motivo fundamentalmente: me hace feliz ir y escuchar las bardeadas pre partido, me hace feliz vendarme para cuidar los tobillos ya bastante rotos, me hace feliz calentar, hacer un loco, escuchar a Beto con sus botones y hasta el puto avión de cada charla previa que pasa por sobre nuestras cabezas, alcanzando el súmmum de la felicidad cada vez que me toca estar en contacto con ella.
Vos lo hacés por cualquier motivo, podés compartir o no los míos. Pero hay un motivo que nos une a todos y que como una fuerza invisible nos trajo hasta acá: QUEREMOS EL ASCENSO, y por eso tenés que dejar la vida.

Hasta la victoria amigos, nos vemos en el verde césped.

El Lion-O del Rock

Cuando era niño, después de He-Man se puso de moda una serie animada llamada los Tundercats . Eran un grupo de especímenes con características especiales: Cheetara podía correr más rápido que nadie, Tigro era la fuerza hecha carne, Pantro sabía de mecánica y los lideraba la voz de la experiencia y la inteligencia: Lion-o, el felino zagaz.
La serie transcurría en un tiempo y espacio indefinidos, postapocalíptico quizás, pero a fines de los 90 se fue gestando otra versión impulsada por productores locales, quienes quisieron hacer lo mismo con personajes humanos y en el Conurbano bonaerense.
El corralito, los cinco presidentes en una semana, los saqueos y el default dejaron trunco el proyecto cuando ya tenían el casting hecho, las locaciones armadas y hasta los trabajos falsos que cada actor tendría para disimular.
Casi todos consiguieron nuevas tareas. Algunos continuaron con la actuación, como Pablo Rago que hizo mil poquerías después; otros se fueron para el lado de la literatura, otros pintaron, otros pusieron un videoclub y se fundieron como ya lo habían hecho con las canchas de padel y el parripollo, pero hubo uno que nunca se pudo sacar la espina: el que iba a ser protagonista de la historia quedó enganchado con su personaje, pensando en que algún día llegaría la oportunidad de estar en todos los afiches.
Antes, había despuntado el vicio en clubes del ascenso jugando al fútbol, pero la historia de siempre también le truncó el sueño de llegar a primera: la familia, el laburo, los acomodos y un poco de joda lo llevaron a dejar de lado el camino profesional y siguió desparramando rivales en el fútbol amateur con su melena “allo” Claudio Paul mientras los años pasaban y el proyecto de Thundercats se llenaba de polvo en un cajón.
Mantuvo su trabajo secreto tras la barra de un bar donde escuchó mil historias sin dejar de pensar en que Lion-O tenía que ser el, mientras las venas se le hinchaban de rock del bueno. Lo quisieron contratar como doble de Iggy Pop en una visita pero el tipo quería ser protagonista, para algo era Lion-O.
Finalmente, luego de unos años recayó en un equipo de esos de mitad de tabla para abajo en el Torneo de la UBA, y la historia parecía repetirse: pocas veces podía asistir, los años cada vez pesaban más en el cansancio físico y encima el equipo de mierda que se estaba yendo al descenso. Obviamente se le estaba terminado una de las alegrías y el cable a tierra que tenía luego de la serie televisiva frustrada. Entonces tuvo su primera gran intervención: Muchachos, si descendemos el equipo desaparece, y con ello desaparece todo lo lindo que tiene este grupo, desaparecen los mates pre-partido, desaparecen las cargadas, desaparece venir y desconectarse y hasta desaparecen las ganas de levantarse el sábado a la mañana.
Sus compañeros lo miraron asombrados, apretaron los dientes y golearon en cancha 5. Desde ese día fue el líder espiritual del equipo. Siempre la palabra justa y sensata. Y encima de vez en cuando regalaba algo del talento del antaño, como en ese clásico vs. Tarea en que íbamos 0-1 y el tipo entró y con un firulete al mejor estilo Guillermo Barros Schelotto ganó un penal sobre la hora para empatar el clásico. O cuando pura sabiduría terció en disputas diciendo que si ganamos y nos salvamos del descenso, la lucha por estar arriba viene sóla.
Pero faltaba algo. Faltaba ser Lion-O en la cancha, en un partido definitorio, en uno de esos que quedan para siempre en la memoria, porque las historias a veces tienen que tener final feliz. Y que mejor escenario que el que le deparaba el destino a Rejunte frente a Delphi, en la misma cancha en la que se convirtió en líder. Con Mosca suspendido, la chance estaba al alcance de la mano. Fue de gran ayuda que el pichón de rejunte saliera de entrada para fajarse con los grandotes y duros defensores, para quitarles piernas y resistencia, y lograr que cuando saltara al campo de batalla, Lion-O tuviera espacio e hiciera lo que siempre supo hacer: tratar a la redonda como se trata a la primera novia.
El romance fue inmediato, y si bien no fue todo lujo, alcanzó para estar en todos los diarios del domingo, para quedar en la historia como uno de los jugadores con más clase que jamás se puso lo fluorescente, para tirarle la experiencia encima a los rivales y decirles: Vieja, esto es Rejunte, andá a buscarla al fondo del arco.

Bienvenidos queridos amigos a este Deportivo “Concentración” Rejunte 2-República “No nos alcanzan más” Delphi 0.

Otra mañana increíble para practicar el deporte más lindo del mundo esperaba con los brazos abiertos al verdinegro que buscaba subir un peldaño más hacia la gloria.
Desde temprano, el equipo de espías se camufló en cancha 1 liderados por un pibe que parecía que se iba a una rave (pantalón corto casi calza, musculosa amarilla, lentes feos) o a una convención de hispters gays, llevó la info de que Tioca y Bouba se estaban matando en un empate, lo cual era bueno pero metía presión de ganar sí o sí para no perder pisada.
Los nervios y la ansiedad se palpaban en el aire, pero en realidad era una estrategia de los rejunteros, que se hicieron los ansiosos para transformar los nervios en concentración y orden, pero para eso faltaba un rato.
Beto, una vez más tuvo que improvisar puestos, y mandó a la cancha a estos once:
         
             Mariano,
 Ciarlo Herno Néstor Mauro
      Javi Planta Jack Juan
          Axel Perro

Arrancó el encuentro sin un claro dominador. Delphi se mostraba más punzante porque el 10 metían pelotazos de emboquillada que buscaban la última línea rejuntera, que debía hacer grandes esfuerzos por rechazar. Sin embargo, aunque la defensa se mostraba firme, los rebotes y segundas pelotas eran casi siempre ganados por el rival.
Cinco minutos duró la formación inicial, ya que lamentablemente Planta se resintió de su desgarro y la pierna dijo basta, por lo que fue reemplazado por Trompita Yovanovich, que salió a la cancha dispuesto a demostrar que estos partidos son a su medida. Se paró el hombre de hielo de doble cinco ante la resignación de Beto, hasta que cinco minutos después hizo un enroque con Javi y se paró sobre la banda.
Enseguida Fede tuvo dos chances para abrir el marcador desde lejos. La primera, un pelotazo largo de Jack para Axel, casi al córner derecho, encontró al pibito mano a mano con su defensor, le enganchó para adentro y cedió para Fede que venía en posición de 8. El zurdo sacó un remate seco, contra el palo, que fue mandado con algo de esfuerzo al tiro de esquina por el arquero.
Poco después,  Jack  mete otro gran pelotazo abriendo la cancha para el pique al vacío de Fede, quien de derecha entrando al área le da fuerte y cruzado, por arriba, haciendo que la pelota roce el travesaño y salga.
A Rejunte le costaba plantarse bien en el partido pese a estas llegadas. Las líneas estaban muy separadas, y cuando la pelota iba por las bandas no había más descarga que el pase recto hacia Perro o Axel, quien tuvo un partido de mucho roce físico y el equipo no supo explotar su velocidad con espacios.
Por el lado izquierdo, Mauro marcaba bien pero encontraba pocas opciones de pase,  casi siempre a Juan, y la jugada moría en tres cuartos con un pase obligado sobre la línea, donde los rejunteros eran comidos desde atrás.
La defensa estaba sólida pero preocupada, porque los pases filtrados se sucedían uno atrás del otro (nadie marcaba a presión al 10 y éste hacía jugar a su equipo, muchas veces de primera, por lo que los corríamos de atrás). Ciarlo demostró una vez más que le encantan estos partidos y de 4 fue impasable, incluso en varios mano a mano que ganó como buen tiempista que es, además de ser salida siempre clara.
Néstor, por su parte, cumplió un buen papel en la etapa, cortó bastante y en las que no llegó fue salvado por un inmenso Hernán que se ocupó de resguardar la última línea como si de defender a Carmela se tratara.
Y atrás de todos, una de las revelaciones del torneo. Mariano atajó nuevamente como arquero de equipo grande, pero esta vez porque sacó varias jodidas y dio 100% de seguridad. Una de ellas, promediando la etapa, cuando el 9 rival (que pateaba de cualquier lado) tomó la pelota picando casi llegando al semicírculo del área y sacó un derechazo que bajaba pegado al palo y que el banco de Delphi gritó gol, pero de la nada Vulcano voló sobre su izquierda, la rozó, tocó en el palo y se fue al córner. Impresionante atajada del estadista del equipo para mantener el cero.
A los treinta, un gol anulado polémicamente a Hernán por off side pasivo del Perro que supuestamente molestó al arquero, bajó la persiana de la la etapa con la sensación de que estábamos relativamente bien, pero lejos de estar jugando un gran partido, por lo que habría que sacar algo más de adentro si queríamos llevarnos los tres puntos.
Movió el banco Beto y mandó a la cancha al Pela Cozzi para ocupar el lateral derecho y mover a Ciarlo de central, en lugar de Néstor, y tal como Harry Truman cuando decidió tirar la bomba atómica sobre Japón, sacó su arma letal, el Gatogun para intentar torcer el rumbo del encuentro.
Tres minutos necesitó el borracho para ponerse en ventaja, porque tras una falta muy bien ganada por Jack desde casi mitad de cancha sobre la izquierda, Ciarlo le pegó como su ídolo Román y le dio de emboquillada pero fuerte, por atrás de toda la defensa. Y allí estaba él, acechándolo. El pibe del los astilleros de Villa Raffo apareció por detrás del último defensor en el vértice del área chica para zambullirse en una media palomita inolvidable como la de Aldo Pedro Poy y vencer por fin la resistencia delphiana, desatando la locura verdinegra.
A partir de allí Rejunte sacó a relucir su mejor versión, tal vez sus mejores 40 minutos del torneo, al punto tal que según cuenta el gran capitán, hasta el árbitro (que en la previa menospreció el encuentro asegurando dirigir casi siempre en DH) reconoció en pleno partido el equipazo que tenemos.
El juego pareció dormirse en el ritmo que más le gusta y mejor le sienta a la Kermés Fluorescente, porque se paró firme sin regalar campo, dejando que el rival cansara piernas y rompiéndole la moral a medida que pasaban los minutos y veía que nada podía cambiar la historia.r
Una sóla clara tuvo Delphi en ese lapso, cuando tras un córner desde la derecha cabecearon abajo y Mariano nuevamente respondió como un grande.
Lo tuvo nuevamente el Perro en una corrida fenomenal por izquierda, pero cuando enganchó para adentro fue tocado dentro del área y rechazaron el peligro. Aunque él mismo reconoció no saber si fue penal, el reclamo se hizo oir y adentro de la cancha quedamos un segundo desconcentrados, porque de esa jugada vino un contraataque que terminó en otra pelota filtrada y con Mariano saliendo a matar o morir, como se debe. Ganó la pelota Vulcano (alias Moñito) con una trabada de esas que pensás que es mejor que te lleve puesto el Sarmiento, pero el árbitro cobró tiro libre en el borde del área. El 9 pinchó la pelota por encima de la barrera y otra vez Moñito voló para mandar la bola al córner.
Los minutos pasaban y Rejunte hacía correr la pelota. El Gato la aguantaba en la derecha, tocaba para atrás, para el medio, molestaba, la volvía a dormir bajo la suela mágica y otra vez a hacerla circular. Daba gusto ver al borracho tocando y tocando, a tal punto que recuerdo una jugada de fácil más de 15 toques entre Perro, Fede, Jack, Javi, Gato, Pela, que terminó con la pelota tirada lejos y con bronca por los defensores.
Jack se había hecho dueño y patrón del mediocampo y se había animado a romper líneas con fuerza y dominio de pelota, pero faltaba definir el partido, porque aunque Rejunte era claro dominador, sabemos que un centro y un error se pagan caro.
Entonces sí, a los 20 el moñito lo pusieron los cracks rejunteros. Jack ganó una pelota detrás de media cancha y tocó rápido para Perro que bajó a pivotear por el centro. El can tocó de primera y de derecha para Gato y fue a buscar la devolución. El eterno Stone tenía enfrente a un defensor que lo duplicaba en cuerpo, mientras que a su costado veía que Perro iba a buscar por izquierda, prácticamente sólo.
La lógica decía que el felino aguantaría la pelota hasta encontrar el hueco para que el goleador quedara mano a mano frente al arquero, y eso seguramente habrá pensado el defensor central, porque no esperó jamás (y nosotros tampoco), que el Gato, con sus 70 kilos (si llega) y sus más de cuatro décadas encima, se la iba a tirar por un costado e ir a buscar por el otro, sabiendo que en velocidad perdería. Pero en lo que no le gana nadie es en categoría y experiencia, ya que justo cuando estaba por perder la posición, se hizo casi un ovillo como buen gato que es y se le metió por delante al defensor desacomodándolo y quedando sólo frente al arquero, casi en diagonal al arco. Y si faltaba algo, era que este hijo de puta nos diera a todos una clase de definición, porque como si estuviera en el patio de la casa, miró al arquero (buen golero era) que salíó a achicar rápido como mandan los manuales, pero el tipo más parecido a Johan Cruyff que ví en mi vida (en físico pero también en juego), resolvío picando la pelota suavemente, para que entre mansita al segundo palo, donde el Perro, en gran gesto dejó que entrara pese a poder hacerlo él mismo, para que no le cobraran posición adelantada pero también para que pudiéramos ver y vivir el festejo emocionado del eslabón perdido de la naranja mecánica, que quedó sepultado por todos los rejunteros en un abrazo interminable.
Más lesiones hicieron entrar de nuevo a Néstor por Leo y sobre el final a Pablo por Perro, y se pudo haber aumentado la cuenta cuando antes de salir el can cedió para Gato en la medialuna, pero esta vez demostró que es humano y el remate del felino salió besando el palo.
En la última, una corrida de Juan tenía destino de gol si la mandaba al medio para el pique de Pablo que venía pidiendo pista desde mitad de cancha, pero Juancito escuchó la voz de Freud que le dijo: si se la tocás es porque te querés coger a tu vieja, y eligió seguir adelante pero le ganaron la posición despejando el peligro.
Terminó el encuentro con Rejunte dominando ampliamente a un rival entregado diez minutos antes del final, floreándose y disfrutando cada segundo en lugar de sufrirlo. Nada podía hacernos perder puntos a esta altura del juego, y así se sentía incluso cuando el árbitro dijo que faltaban cuatro minutos.
El grito de alegría tras el pitido final se escuchó hasta en el Mudomental, en tanto que el abrazo de todo el equipo fue tan fuerte que parece que van a llamar a una empresa para remover a los jugadores que todavía están pegados, hombro con hombro en cancha 5.
El triunfo deja a Rejunte segundo en puntos, tercero por diferencia de gol, a un solo punto de la cima y transformando ésta en la mejor campaña de la historia. Quedan ahora dos partidos para nada accesibles, primero contra un equipo que puede llegar salvado y con esa relajación sacar su mejor versión como lo hemos hecho nosotros otros años, y luego con Vuriclub, que quizás llegue con chance de ascenso y nos quiera aguar la fiesta.
Entonces, no debemos perder la concentración por nada del mundo, tenemos que dominar la ansiedad y mantener la calma, sabiendo que de los seis equipos que peleaban con nosotros hasta ahora, ganamos 4 y empatamos 2, demostrando que no nos pesan las difíciles.
Ahora tenemos que demostrar que queremos más, que no nos conformamos con una buena campaña, que estamos para ascender y para eso el martes 29 tenemos que dejar todo una vez más.
Me atreví a sacar algo de cuentas, sólo para que sepan que esta vez un nuevo triunfo garantizaría el quinto puesto, extraoficialmente el último puesto de ascenso, y además nos daría la chance de llegar a la última fecha con posibilidades de más, de eso que no quiero ni nombrar.
Nada está dicho aún, no hace falta una catástrofe para quedarnos sin nada, por lo que no podemos relajarnos. No tuvimos miedo a ganar hasta ahora, jugamos como un equipo maduro, respetemos esa idea, dejemos el alma en cada pelota y estemos fríos para resolver, calientes para luchar, inteligentes para marcar el ritmo y principalmente, unidos para lo que somos: un Rejunte de buena gente que más que nadie en este puto torneo, se merece festejar.

Abrazo amigos, buena semana y una vez más les digo: sólo depende de nosotros.

Puntajes de mi amigo Elio:

Mariano: 8. Muy seguro en todas las facetas. Sacó pelotas importantes y salió a romper con el cuerpo y con los puños cuando fue necesario. Gran momento del hombre de moño
Leo C.: 8 Su mejor partido del año. De 4 fue impasable y de central hizo que el 9 pareciera un nene.
Herno: 8,5. Excelente partido del capitán. Cubrió todos los espacios cuando falló la defensa y dio seguridad en todo momento.
Néstor: 6.5. No tuvo mayores problemas en la marca, salvo un par en el primer tiempo que fueron bien cubiertas. En el ST entró y no falló nunca. Para confiar
Mauro: 7. El hombre que no se sabe si es zurdo o derecho estuvo férreo en la marca y bien con la pelota. Sufrió un poco en el ST cuando salían los pelotazos a su espalda, pero siempre se recuperó. Impecable barrida en el PT.
Javi: 6. No se destacó como en partidos anteriores pero estuvo cuando las papas quemaban. La cancha grande le hizo sufrir un poco con los espacios a sus espaldas.En el ST levantó y sacó todo.
Planta: sin calificación por el poco tiempo en cancha. Se destaca su entrega y compromiso por el equipo. Una baja más que sensible.
Jack: 8,5: Tras un primer tiempo "normal", en el ST se destapó eu hizo todo bien. Marcó, guapeó, llevó la pelota hacia adelante y participó en las jugadas previas a ambos goles con un rol fundamental. Te extrañábamos, indocumentado.
Juan: 7. En el PT fue casi la única salida que tuvo el equipo. Colaboró mucho en la marca, aguantó bien la pelota y generó varias faltas. Le baja 0,5 la mala decisión de no pasar la bola en la última.
Axel: 6. Le tocó bailar con la más fea en el PT, le ganaron casi siempre con el cuerpo pero cansó a la defensa. Buena jugada en la punta derecha.
Perro: 7: Los goleadores son así. Poca participación en el PT. En el segundo hizo lo suyo y asistió a Gato en su gol.
Fede: 7. Entró enchufado y con ganas de demostrar. Dos tiros peligrosos y un córner casi olímpico  que dio en el travesaño lo hacen redondear un buen partido. Tocó e hizo jugar, esta vez con la pausa que siempre se le reclama.
Pela: 7 un muro de 4. No generaron nada por su punta y fue salida segura.
Gato: 7,5: tremendo golazo para asegurar el partido. Regaló pinceladas de crack.
Pablo: no llega a calificar por los pocos minutos de juego. Se generó espacio en la última pero no se la tocaron. Va a meter un gol importante.

Ahora te quiero ver, Rejuntero

Como se hace para motivar a un equipo que viene con gran presión deportiva los últimos 20 días, en los cuales sorteó con éxito dos escollos dificilísimos que lo dejaron tercero, con grandes expectativas?
Ya no quedan demasiadas palabras, porque entramos en esa zona en la que es todo o nada. Y por eso tenemos que pensar que hoy por hoy, todavía es nada.
Los dos últimos partidos nos pusieron donde estamos y nos dieron un poquito de aire, pero no por eso nos podemos relajar. Los rivales en la lucha tienen partidos complicadísimos pero nosotros somos Rejunte y tenemos que hacer la nuestra, aunque sea imposible a esta altura no mirar la tabla y el fixture sin sacar cuentas.
El otro día les hablé de la unión del grupo como base para llegar donde llegamos. No voy a volver sobre eso, primero porque ya lo sabemos, y segundo porque tampoco somos una manga de putos sensibles, salvo horrorosas excepciones.
Hoy les voy a contar una historia que me pasó a mí y me dejó marcado para siempre.
Año 1992. Hacía dos años jugaba al baby en el Club Castelar, Categoría B de la Liga Argentina, la más importante de la época (Club Parque, Glorias Argentinas, Club Palermo, Estrella, etc). El primer año, de adaptación, el equipo terminó anteúltimo en la primera rueda, y en la segunda, más consolidado, terminó segundo redondeando una campaña aceptable.
Ya el siguiente año, último para la categoría 79 en esa liga, algunos refuerzos más el conocimiento dentro de la cancha nos llevaron a estar en la pelea durante todo el torneo. Ganamos partidos increíbles en el último minuto, y hasta me di el gusto de definir un partido contra el otro puntero cuando restaban cinco o seis fechas (en esa época hacía goles).
Así, llegamos al último partido con dos puntos de ventaja sobre nuestro perseguidor y teníamos que ir a jugar a Tapiales, contra Esparta, un equipo de mitad de tabla.
Para los que jugaron de niños al baby, sabrán que la categoría mayor es la más mimada, todos te conocen y se arma una mini familia. Sos casi adolescente y si encima vas puntero, te comés el mundo.
Entonces, todo era una fiesta. El empate nos coronaba campeones (el triunfo otorgaba dos puntos nada más), y como campeones nos recibieron. Era nuestra despedida del Club, por lo que fuimos con una mezcla de ansiedad y emoción en micro, y cuando llegamos al club nos esperaba un pasacalles en el hall de entrada que decía “Categoría 79 Club Castelar. Felicitaciones y suerte!!”. Con esa imagen nos metimos al vestuario, mientras los gritos y los bombos aturdían los oídos.
Salimos a la cancha, y por primera vez en mi vida vi el pasillito humano hoy tan de moda, porque los rivales nos hicieron un flanco, nos saludaron uno por uno y nos regalaron una hermosa medalla bajo una lluvia de papelitos.
Evidentemente perdimos la concentración, porque a los quince minutos perdíamos 2-0. De nada sirvió el descuento de Pato en el ST, porque nos fuimos con las manos vacías y el triunfo de nuestro perseguidor nos obligó a un desempate en la semana, en cancha de Bernardino Rivadavia. Es más que obvio que nos bailaron, perdimos 3-0 y la medalla me la metí en el orto, para nunca más verla.
Para que cuento esto? Para que sepamos que todo el esfuerzo del año se puede ir en 80 minutos. Pero está en nosotros no permitir que eso pase. Ganar dos finales como las que ganamos, y de la manera que lo hicimos, puede marear a cualquiera.
Saber que los que pelean con nosotros se van a sacar puntos entre ellos te ilusiona, pero no puede hacer que dejemos de ver el objetivo, que esta vez se llama Delphi.
Para ellos es casi la última oportunidad de prenderse por el ascenso, así que van a salir a matar o morir. Nosotros, por nuestro lado, si les ganamos conseguiremos que ya no puedan alcanzarnos.
No pensemos más en que si ganamos pasa esto o lo otro, sé que es difícil para los que tienen tanta pasión metida en esto, pero hagan el intento. Dejen pasar las horas, relájense en familia y cuando quieran acordar van a estar acostándose.
Cuando sos más chico jugás a veces tres torneos por semana con distintos equipos, más el torneo de padel o de vóley, más la juntada con los pibes, más la minita que te tiene loco y ocupa tu cabeza, y ese es tu universo.
Pasan los años y ya no hay tantos torneos, los amigos se cuentan con los dedos de la mano y la vida te demostró que no valía la pena sufrir por amor. Y te quedan pocas cosas deportivas que te den ese hormigueo hermoso previo a las finales.
Entonces, disfruten este momento, pero háganlo como mejor sabe Rejunte. A cara de perro, con los dientes apretados, ordenados, con sed de victoria, sin displicencia (salvo que metan un caño como el mío), con concentración, pensando que si un tipo rival tiene la pelota, dos rejunteros tienen que comerle el hígado. Porque si la tenemos nosotros, ellos no la tienen. Y si no la tienen no nos hacen goles.
Hay que ser dueños del partido. No sé como juega el rival esta vez, sólo que tienen un par de muy buenos jugadores. No se si nos dejarán jugar, si podremos tocar, si tendremos jogo bonito o Blas Giunta. Mañana lo veremos.
Salgamos con todo, a ganar, a dejar la vida si es necesario, sin excesos de vehemencia, con la cabeza fría y el corazón hirviendo. Es una final, pero no vamos ascender mañana ni vamos a quedar afuera de la pelea, cualesquiera sean los resultados. Juguemos y no nos desesperemos por ganar, eso va a llegar por decantación si hacemos las cosas ordenados.
Quiero quedarme a festejar el triunfo mañana, y para eso los necesito a todos metidos, nuevamente visualicen la victoria, visualicen los goles, pero también visualicen ese quite, esa corrida, esa pelota a Cantilo o a Cancha 6 pateada con bronca o haciendo tiempo, esos agarrones en el área contraria y esas puteadas inaudibles para que nos rajen.
Visualicen jugar a lo Rejunte y demuestren que por algo estamos donde estamos, y que por algo llevan esa camiseta.


La ricota la tenés adentro

Amanece al Noroeste del Conurbano. Como todos los días, en un rato cruzarán el anillo de asfalto que los separa de Metrópolis para cumplir la rutina que eligieron para pasar desapercibidos.
Son dos tipos que podrían ser tus amigos, tranquilamente. Uno, eligió conchabo frente a una Mac desde la que saca cuentas, balances, liquida impuestos y en secreto almacena estadísticas de su real tarea.
El otro, un poco más al hacia el Oeste, registra momentos que se convertirán en arte, publicidades o información que llegará a los hogares en forma de imágenes.
Los dos, cual Clark Kent, eligieron esconderse muchas veces tras unos lentes para disimular, y hasta se mimetizaron haciéndose hinchas de equipos de un deporte extraño, en el que desde niños lo juegan los habitantes del planeta: unos hombres corren tras una esfera de cuero, disputándosela con otros hombres, buscando marcar algo que llaman gol.
Uno, se hizo hincha de un equipo al que le dicen Bosteros, y otro al que le dicen Tricolor (y además simpatiza con un equipo del Ascenso).
Así transcurren sus días, entre el trabajo, la familia y los estadios de sus equipos favoritos.
Pero hay algo más, algo que los distingue del resto de los mortales: esos tipos guardan en secreto su verdadera identidad, la que define su real propósito en esta tierra. Así como los metahumanos de Central City o los mutantes de X-Men, ellos vinieron acá con dos objetivos definidos: infiltrarse los sábados en Ciudad Universitaria en un equipo, salvarlo del descenso en sus primeros años, y llevarlo luego a la gloria en los siguientes.
El primero ya lo consiguieron, y ahora van por el segundo, sabiendo que todavía no está la tarea cumplida, pero están cerca de dar por concluida su misión y por eso jamás se relajan.
La vida humana que eligieron a veces los pone en situaciones que no los dejan concentrarse al 100%  en el campo de batalla, pero cuando apenas acomodan los tantos, vuelven a liderar, cada uno a su manera, a una manga de enfermos que consiguieron lo que pocos: transformar a estos dos tipos en apasionados por la verdinegra.
Por ella, dejan de lado sus identidades humanas y se calzan la que mejor les queda, la de Atila, el rey de los Hunos, también conocido como Vulcano o Muralla Impenetrable, y la de Killer Dog, el perro asesino del área.
En sus trajes, gris uno, negro con verde el otro, hacen movimientos increíbles para lograr sus objetivos, y tal como el T1000 de Terminator 2, no quitan de su cabeza su objetivo máximo en cada batalla: para uno será defender la base de su equipo, la línea final de la resistencia, en tanto que para el otro será vulnerar, aniquilar todo lo que se le ponga enfrente hasta llegar a la línea de victoria.
La gran mayoría de las veces los consiguen, y apelan a todos los artilugios que aprendieron en su capacitación previa: uno, para defender su área, ha llegado a aplicar certeros golpes de Jiu Jitsu, con su famosísima “patada descendente”, y el otro, sabe aprovechar uno de sus mejores recursos para empezar a ganar posiciones en el campo, a la que las crónicas de la época han bautizado “la boludita”, consistente en esperar haciéndose el distraído a que el rival poseedor de la esfera de cuero se confíe, y aparecer por detrás como un rayo para robarle el balón y lastimar con cualquiera de sus armas mortales (para algo es un perro asesino).
Así, con una línea final bien defendida, y una línea de ataque voraz (es la que más veces vulneró las defensas rivales), guían al resto de combatientes fluorescentes en su lucha más importante, batalla tras batalla.
En la última, fueron fundamentales, atrapando hasta las que se iban afuera por un lado, y rompiendo la red de contención enemiga por el otro, para que el equipo en el que se infiltraron hace unos años obtenga una nueva y sólida victoria que les permite seguir soñando con llegar al gran objetivo del año, que a esta altura se vive como el gran objetivo de sus vidas, y por ello sus compañeros de batalla, esta vez, simplemente les dicen gracias Volcán, gracias Perro queridos.

Bienvenidos amigos, disfruten de este Deportivo “el lujo es vulgaridad” Rejunte 2- Esa estrella (se agotó) 0.



Bellísima mañana en el campus de Ciudad Universitaria esperaba al borracho para disputar el partido más importante hasta entonces del año, y uno de los más importante de la historia rejuntera.
En la previa, bien paranoicos como se merece este equipo, Herno primero y el Negro después, habían ido a arreglar cuentas y a pedir clemencia al viejo pito dinosaurio, jefe de árbitros, para ver si por una vez en el torneo no inclinaban la cancha en nuestra contra.
Enfrente, el rival de turno era el último de la trilogía ricotera que nos quedaba, Esa Estrella era mi Lujo, equipo que este torneo picó entre los de adelante y por momentos hasta punteó el campeonato.
Si bien fue siempre un equipo que rondaba los últimos puestos, últimamente costaba mucho obtener aunque sea un empate, pues habíamos recibido de su parte duras derrotas, algunas sobre la hora.
Ahora, nos esperaban 3 puntos arriba y una diferencia de gol de +4 en relación a Rejunte. Lo que habían visto los informantes del equipo en partidos previos, era que tocaban rápido, que el medio la movía bien y que los dos delanteros, especialmente el que iba por izquierda, eran muy peligrosos. Además, teníamos información de que eran insoportables hablando, por lo que había que estar tranquilos y hacer sólo la nuestra.
La Kermés, por su parte, había perdido a Tractorcito Barrientos por lesión, pero aguardaba esperanzada el regreso de Planta Voraz Ruiz, quien trajo la primera mala cuando probó en el calentamiento precompetitivo y vio que no podría ser de la partida.
Beto Martínez, eterno zorro rejuntero, tomó nota de las ausencias y del poderío rival, y resolvió volver a apostar por una estrategia y un esquema que le encanta: ceder el control del juego al rival y esperar con un doble triángulo defensivo, para cubrir mejor todos los espacios y obligar al rival a ir por adentro, por lo que formó inicialmente con estos hombres y este dibujo táctico

              Mariano
         Herno Ciarlo
Colo                    Mauro
                Javi
   Fede     Jack        Juan
         Mosca        Perro

Previo al pitazo inicial, el eterno Gato Stone se hizo presente con una arenga vía telefónica que caló profundo en las entrañas de los jugadores, que al terminar de oírla estaban en silencio, con las fibras movilizada por esas palabras.
Una lástima que pasó el avión nuestro de cada sábado y no se pudo escuchar bien la parte de “no nos hagamos expulsar al pedo”, pero bueno, el mensaje principal llegó donde tenía que llegar, a los huesos de cada rejuntero
Comenzó así el encuentro con un estudio mutuo por parte de ambos equipos. Si bien Rejunte no podía tener la pelota, intentaba jugar prolijo cada vez que la conseguía, en tanto el esquema defensivo estaba bien plantado en todas sus líneas.
Una vez más tenemos que decir que la cancha estaba mala, 5 puntos, porque se notó en cada pique lo difícil que era controlarla y también en varios cierres que el medio rejuntero no pudo llegar simplemente porque la bola después de picar iba para cualquier lado menos para el esperado.
Adelante todavía el verdinegro no había podido generar peligro claro, y el rival empezaba a sentirse más cómodo, porque salía rápido desde abajo y en el medio abría enseguida para los costados, sin que pudieran ser anticipados.
En ese contexto llegó la primera clara del encuentro, y fue para Esa Estrella: pelota abierta desde el medio hacia el 8, quien tira un centro perfecto al área que da a Cantilo  que el Colo no llega a cortar de cabeza y encuentra al delantero dos metros a la izquierda del punto del penal. El cabezazo del rival fue perfecto, a contrapie y al ángulo, pero más perfecta fue la atajada de Mariano, quien a pura reacción clavó su pie derecho en el pasto y se impulsó para una de sus mejores voladas, mandando la pelota al córner.
La atajada fue tan tremenda que ahogó el grito de gol que había empezado a emitir el banco contrario, y que dejó en silencio hasta al propio banco rejuntero, donde los players y el DT se miraban asombrados sin poder creer cómo no entró esa pelota.
Enseguida, ejecutan el tiro de esquina desde la izquierda, la pelota va al corazón del área y por allí la calza de lleno y de primera el jugador rival, que otra vez se encontró con una buena resolución de Volcán que la sacó por arriba.
Parecería que nos estaban cagando a pelotazos, pero no fue más que una ilusión de Esa Estrella, porque desde ahí no generaron nada de nada en esa etapa, porque la defensa se hizo muralla, especialmente por el lado del Colo que se fajó con el más difícil y salió airoso en el 90% de las veces.
A los 15, Javi, que jugó un excelente partido como cinco tapón, capturó un rebote cerca de nuesta área y tocó recto y adelante para Jack. El greco se sacó de encima a su marca sin tocar la pelota y abrió a la izquierda para Juan, quien vio que el Perro (dos metros adelantado) empezaba a picar por el centro.
Juancito quiso lanzar el pelotazo para el Can, pero le pegó con el tobillo y la pelota fue derechito al arquero, que estaba parado en el borde del área.
Allí entró en acción Killer Dog, con “la boludita”: se hizo el desentendido de la jugada para que no le cobraran posición adelantada y esperó a ver que hacia el arquero, sin dejar de caminar lentamente hacia él. El golero quiso dominar el balón, y entre su propia negligencia y la cancha traicionera, la pelota se le fue larga, para deleite de mi único héroe en este lío, porque El Perro que olió la sangre, apareció velozmente y le robó la pelota afuera del área, abriéndose para la izquierda. Quedaba con el arco libre, pero realmente era muy difícil de terminar bien la jugada, porque la pelota se iba abriendo y se empezaban a ver los defensores volviendo a cerrar. Pero el Perro es el Perro y no se amilana ante nada, por lo que dos segundos después de robar la redonda, ingresando al área le dio de zurda suave y por abajo, asegurando que fuera hacia el arco, pasando el problema a los defensores que venían corriendo y que nada pudieron hacer para evitar el primer grito de la mañana.
Rejunte, fruto del orden táctico y la intensidad, se ponía en ventaja ante las quejas aireadas y con razón del rival, por lo que se empezaron a notar algunos fallos compensatorios que preocuparon a la familia rejuntera.
Además el calor ya se hacía sentir, por lo que el equipo solicitó al árbitro parar para hidratarse, pero el referí no quiso saber nada (caminando no se transpira demasiado), por lo que el Colo tuvo una intervención magistral: Yo soy el médico del equipo y considero que nos vamos a deshidratar, dijo. Se tuvieron que sumar Fede y Hernán, que para no ser menos dijeron nosotros somos arquitectos y la cancha se está inclinando para el lado de Mariano, hay que parar. Ciarlo y el Perro, por su parte dijeron: esta película ya la vimos, paremos porque vas a regalar un penal. Jack, que no sabía que decir, le ofreció al árbitro recomendarle hoteles en Nueva Zelanda, mientras Mariano justificaba el parate contabilizando las gotas de sudor que le habían caído.
Como el juez no se conmovía, saltó un rival señalando al Colo y diciendo: yo soy enfermero, hay que parar!!! Unidos ante la negativa, el enrulado defensor y el enfermerito rival hicieron buenas migas y se prometieron jeringas de carne mutuamente, por lo que a la noche fueron agasajados por Feli y familia en una hermosa cena de parejas.
Volviendo a lo importante, el partido siguió exactamente igual, con Esa Estrella intentando y con Rejunte bien parado, tocando cuando se pudo con Jack, Fede y Juan, buscando a Mosca que inteligentemente se tiraba a la izquierda, donde quedaban los mejores huecos.
En una de esas, a los 30, justamente el Canario recibe en posición de 11, y ante el grito desesperado del banco decide aguantar y avanzar, porque estaba muy sólo en el ataque. El Moscardón Fluorescente esperó con la marca encima a su socio goleador, que picó entre los centrales velozmente, hacia donde fue el pase exquisito con la cara interna de Mosca que sorprendió a propios y extraños, para llegar cruzada al punto del penal por donde entraba el Perro. El arquero, presa de la desesperación, salió desparramado como Schumacher en el 86, se asustó ante la presencia del goleador verdinegro y la pelota le pasó por abajo, con dirección de gol. El Perro, inteligentemente saltó al arquero y quedó sólo ante el arco sin oposición, lejos de los últimos defensores que buscaban cerrar. Entonces, simplemente controló el balón y con un toque suave dio un pase a la red, desatando el carnaval en el banco.
Cinco minutos después tuvo el hattrick al alcance de la mano luego de un excelente desborde y centro de Juan, que no pudo ser controlado a la carrera y con el que terminaron las opciones de gol en esa etapa.
Para el segundo tiempo, la apuesta sería aguantar diez minutos y empezar a mover el banco para refrescar piernas y tener la pelota.
Antes de que los planes se vieran truncados, a los cinco minutos el delantero izquierdo peleó con el Colo una pelota dentro del área, el defensor ganó y sacó la pelota al córner pero como el rival enganchó hacia adentro se chocó la pierna del hombre del novio del enfermero y fabricó un penal inexistente que árbitro no dudó en cobrar.
El número 88 (con esos números no podés pretender ganarnos) se paró muy recto según la sabia observación de Beto Martínez, y realmente se sintió intimidado por Atila, quien esperó hasta último momento para ligeramente tirarse a su derecha. El shoteador, visiblemente nervioso reventó el travesaño por querer asegurarla,  que los rejunteros festejaron desquiciados como un gol
Cuando parecía que nos armábamos de nuevo y el DT preparaba cambios, tras una jugada en la que Jack queda tendido, todo rejunte reclamó al diez rival que la tirara afuera, pero el muy puto no lo hacía y siguió hasta que la perdió y el árbitro recién ahí paró el partido, frenando el contragolpe de la kermés.
Luego de una escaramuzas con Hernán que posiblemente le dijo al 10 “no sabés que el lunes tiene trabajar?”, el juez dijo pique y Mosca tomó la pelota en sus manos y con cara seria fue caminando casi hasta la línea de cal, ante los reclamos de los contrarios que veían que claramente estaba haciendo tiempo. Los rivales no querían ceder la pelota, y mucho menos nosotros, ya que nos correspondía porque se paró el juego con el balón recuperado por Rejunte, por lo que no quedaba otra que disputar el pique. Silbatazo, pique y Mosca que gana legítimamente la pelota, pero increíblemente el árbitro lo toma del brazo, le saca su segunda amarilla (la primera fue tras una típica falta de delantero que no ameritaba tarjeta) y lo manda a su casa. Injusta expulsión y baja sensible para la próxima fecha. Mosca se jugó al límite en esa y salió mal, deberá tener la cabeza más fría la próxima y dejar que hacer tiempo o calentar indirectamente el juego lo hagan quienes no estén ya condicionados por una tarjeta. Esperemos ahora que el albino no cumpla su palabra y no haya pasado el informe, para contar con el Canario en una nueva final.
Beto se vio obligado a reconstruir la línea defensiva y ceder aún más el terreno, por lo que mandó al Pela Cozzi en lugar de Fede, pero con una misión distinta: mientras el hombre de hielo y fina pegada intentó jugar siempre recibiendo la pelota como opción de pase y salida limpia, la función de karate kid fue netamente defensiva, ya que se paró de 4 bis para evitar la andanada de centros que se venía, y cumplió con creces su labor.
Rejunte entonces se paró bien de contra, y fue tan férrea la marca y los laterales se cerraron tan bien, que el esquema inicial del DT dio sus frutos, obligando al rival a tirar centros frontales desde la media cancha, que fueron todos rechazados por la defensa, incluso con Ciarlo en una gamba.
A los 15 aproximadamente, el rubio central no dio más y dejó su lugar a Néstor, pero antes hizo de las suyas y robó dos minutos cuando escuchó su nombre para el cambio, tirándose al piso y actuando aún más su molestia física, lo que provocó el admirado comentario de Papádejuan: “lo que es la experiencia eh”.
Esa Estrella tuvo poco después el único mano a mano del partido, tras una pelota larga por su izquierda, en la que el delantero ganó con esfuerzo y quedó solo frente a Mariano, listo para mandarla adentro. Pero una vez más apareció Vulcano, la Muralla Impenetrable, para matar todas las esperanzas de gol achicando y quedándose con la pelota debajo de su cuerpo, porque cuando ésta ya había pasado la línea de su humanidad, sacó la mano de no se sabe donde y frenó su recorrido.
Faltando 15 entró el Negro por Juan con la premisa de marcar por izquierda e intentar tenerla, y si bien no entró demasiado en juego, regaló una perlita luego de una corrida impresionante de Axel (que entró por un extenuado Jack) desde mitad de cancha. La pelota se le fue abriendo al joven delantero hacia la derecha, pero encaró hacia el centro por donde llegaba el histórico Garoto. La bola quedó larga y salío a dividir entre el Negro y el rival, ambos en carrera contra sus propios arcos. El Negro llegó un segundo antes al balón y en lugar de trabar pisó la pelota a la carrera y con toda la suela metió un caño hermoso en pase para Javi, provocando el ole del banco y la desazón de Esa Estrella, que ya veía que enfrente tenía un equipo con tanta confianza como para hacer eso con un jugador menos.
Quedaba cada vez menos, el árbitro adicionó 4 que se hicieron 6, y tras el enésimo centro rechazado y alguns jugadas en las que Rejunte hizo tiempo con experiencia y solidez, terminó el encuentro con una nueva victoria de la kermés, que cada vez está mas cerca, aunque como siempre decimos, todavía queda lejos.
Fue realmente uno de los mejores triunfos del año por muchos motivos. Por el rival, porque no pesó el contexto ni la presión, pero principalmente por la inteligencia con la que se jugó, más allá de la expulsión de Mosca que fue pura y exclusivamente un doble error arbitral.
Rejunte fue muy sólido en defensa, muy intenso en el medio y muy efectivo arriba. Las actuaciones descollantes de Mariano y Perro, mas un Javi que cortó y rechazó todo, fueron los puntos altos de un equipo que supo a que jugar desde el minuto cero. Acertado esquema del DT y buenos rendimientos de todos, bien el banco y fundamental el apoyo de Feli (que se iba vestido para navegar) y de Planta, que hicieron que realmente jugáramos con once cuando nos quedamos con diez.
Al ganar 2-0 alcanzamos a nuestro rival del sábado, nuestra diferencia de gol se fue a +11 y la de ellos bajó al mismo nivel que nosotros, pero los pasamos por goles a favor, quedando entonces terceros. Falta cada vez menos, tenemos que estar tranquilos y ser responsables si queremos lograr algo. Cuidemos las piernas y la energía en la semana, entrenen quienes puedan, no pierdan ritmo y descansen el día antes del partido si nos toca el próximo fin de semana. Será vital que todos los que estén en Bs. As. acompañen al equipo la próxima fecha. Como dijo Ciarlo, tal vez sea la más importante en la historia de Rejunte. Un triunfo y una combinación de resultados no dejarían en la puerta de la gloria. Piensen y sueñen con eso, visualicen la victoria y convénzanse que se puede, que sólo hay que hacer más goles que el rival, así de fácil es triunfar, y si se juega con la actitud y la determinación con al que se jugó este sábado, no dudo que tenemos altas posibilidades de lograrlo. Porque esta, vez esa estrella se agotó. Porque esta vez, el lujo fue Rejunte.
Salud amigos míos, buena semana para todos.


Puntajes de mi amigo personal, Elio


Mariano - 8,5 hoy atajó como Buffon! Muy buen partido, tremenda atajada en el primer tiempo, para mi la figura del partido
Mauricio - 7 buen partido del Colo, tuvo que pelear mucho y a pesar de que cometió el penal su rendimiento fue muy bueno
Hernán - 7,5 CAPITAN, luchó, metió, se tiró al piso, jugó como un león. De lo mejor que vi hasta ahora del central
Ciarlo - 7 tuvo unos problemas en el primer tiempo pero junto con Hernán anularon a los delanteros del otro equipo
Mauro - 7 en primer tiempo le costó un poco pero en el segundo remontó y prácticamente anuló su rival
Fede - 6,5 en el primer tiempo intentó jugar y generar pero no pudo hacer mucho. En el segundo lamentablemente el técnico lo tuvo que sacar por la expulsión de Mosca
Javi - 8 una fierra, corrió y cubrió todos los espacios. No pudo tocar y jugar mucho con Jack pero fue de lo mejor que presentó Rejunte hoy.
Jack - 6,5 en el primer tiempo le costó encontrar su lugar en la cancha. Un par de buenos pelotazos al Perro y Juan.
Juan - 7 no hizo su mejor partido pero mucho sacrificio para defender e intentar generar juego desde la banda izquierda
Mosca - 6 el tiempo que estuvo en el campo intentó asociarse con Fede y el Perro. Asistencia en el segundo gol. Una lastima la roja que condicionó al equipo y que no le permitirá jugar el próximo partido
Santi - 8 elegí a Mariano como figura, pero el Perro fue determinante. Es un jugador impresionante y su relación con el gol aún mas impresionante
Cozzi - 7 mucha entrega de parte del pelado. Tuvo que aguantar con el Colo la mayoría de los ataques del rival y lo hicieron muy bien.
Nestitor - 7 mantuvo el orden atrás con Hernán y ganó todos sus duelos!
Cesar - 7 entró e intentó jugar. Una lastima que el pase de Axel le quedó un poco atrás. Hermoso caño del negrito que se gritó come corresponde
Axel - 7 el joven entró y por las condiciones del partido tuvo que luchar mucho. Lo hizo muy bien, paciencia Axel que tu momento llegará
Feli - 10
Planta - 10

Mensaje en la previa

A te vos te hablo, Rejuntero. A vos, que te despertaste y pensaste que dentro de un día vas a estar preparándote para jugar el partido más importante de al menos los último diez años y se te aceleró el corazón.
A vos también, te digo, A vos, que por distintas circunstancias no vas a poder estar adentro de la cancha dos en busca de subir un escaloncito más, pero vas a ir a alentar a tus compañeros, ya tus amigos, como te alientan a vos.
Y de vos no me iba a olvidar, que aunque no puedas ir a Ciudad mañana, vas a estar pendiente de un teléfono que te cuente de un grito de gol, mejorando lo que resta del fin de semana.
Todos, pero todos, nos necesitamos para ganar mañana. O se piensan que si llegamos acá es porque jugamos siempre 11 contra 11? Cada vez que me tocó estar desde adentro, dejé de lado la forma de jugar que tenía cuando comencé en Rejunte y me empecé a raspar las piernas porque sentía el aliento constante de los que estaban afuera, y no los podía defraudar no dejando todo. Y no dudo que los que mañana salgan desde el inicio y quienes entren luego, ya sintieron, algunos desde hace años y otros desde ahora, que jugamos siempre con 13, 14 o 15 y que por eso van a romperse el alma.
Esa es la explicación del por qué a 4 fechas del final, el equipo que seguramente tiene el promedio de edad más alto del torneo sólo depende de sí mismo para cumplir el gran objetivo. Este año, más que nunca, se hizo patente la unión como grupo humano, se potenciaron las reuniones en la semana, los asados, picadas, quedarnos después del partido, dejamos de lado lo individual en pos del equipo.
Este año no hubo quejas por no jugar, más allá de que todos queremos hacerlo siempre, no hubo quejas por jugar en posiciones que a veces no son las que más nos favorecen, y ni siquiera tuvimos que inventar equipo porque no llegábamos a 9.
El compromiso se nota, se palpa, y aunque no lo admitamos, los rivales ya nos respetan, se preocupan por nosotros y nos preguntan resultados.
El del sábado pasado fue un triunfo con sabor a hazaña, pero no debe sorprender a nadie. Si se ganó fue porque el equipo se hermanó en la adversidad, porque vieron que se podía esfumar el sueño y dejaron el 110% en la cancha. Así no podés perder nunca.
Y eso pido para mañana.
Cabeza fría, pero dejando todo. Saben lo privilegiados que son de poder ir a jugar un sábado a la mañana a sus edades? No menosprecio a Juan y Axel, vitales para darle un aire de juventud al equipo, pero aún no tienen la responsabilidad que pesa sobre casi todo el resto.
El trabajo, la FAMILIA, la guita que a veces no alcanza, las lesiones, y Rejunte sigue yendo. Saben cuantos tipos quisieran poder ir a jugar un día como el de mañana? Saben cuantos su mayor distracción es mirar a Tinelli en la semana, y si juegan fútbol es solamente en la canchita de la estación, 7 contra 8, piernas flacas sin medias, hambre y pelota rota?
Muchos de Uds. hacen malabares para estar en la cancha. Algunos llegan con sus niños porque es el trato familiar, otros hipotecan su futuro académico con tal de estar, otros saben que no están al 100% físicamente, pero no les importa romperse del todo, porque hay que morir con las botas puestas.
Entonces, nos vamos a dar el lujo de no dejar la vida en cada pelota? Nos debería dar vergüenza si no lo hacemos.
Mañana podemos no ganar, pero lo que no podemos hacer es jugar como si fuera un partido más.
No lo es.
Se acuerdan del año pasado? A esta altura estábamos peleando por no descender, y salió nuestro mejor futbol. Ahora peleamos por otra cosa, pero juguemos con el mismo orden y actitud, pero principalmente con la misma convicción.
Nadie es más que nosostros, nosotros lejos estamos de ser muchos más que nadie. Pero mañana, mañana, regalémonos 3 puntos.
Hace varias crónicas que lo dije, aún en la derrota o empates fríos: depende de nosotros.
Descansen bien hoy, los necesitamos a todos bien frescos, preparen botines, medias, camiseta, vendas, canilleras.

Los huevos no los preparen. Los huevos ya los tienen.

Sencillamente I-NOL-VI-DA-BLE

Hasta hoy, la Real Academia Española definía a la épica como “Género literario constituido por relatos de hazañas de héroes que representan los ideales de una clase guerrera o aristocrática y de toda una sociedad que asocia a estas personas con sus orígenes y destino como pueblo”.
Sin embargo, y como a lo largo de la historia, siempre ocurren acontecimientos que obligan a reformular los paradigmas de lo que hasta ese entonces es socialmente aceptado como verdad.
A modo de ejemplo, podemos citar que cuando Colón hizo su primer viaje a lo que los antiguos europeos llamaban Indias, cambió el concepto para siempre, ya que desde entonces se aceptó que la tierra era redonda.
Mucho más acá en el tiempo, a un tipo de apellido Jobs se le ocurrió que la gente podía llevar su música en un dispositivo minúsculo, y con eso sentó las bases para las formas de comunicación moderna.
Podríamos pasar horas y horas hablando de ejemplos que cambiaron la manera de ver las cosas, y si bien la RAE seguirá definiendo a la épica como hasta ahora y  no se va a cambiar el paradigma del partido soñado, podemos contar con orgullo que ya hay una petición en www.change.org para que la Academia incluya en la definición de la palabra citada al inicio, la siguiente oración: “Dícese de lo que hizo Deportivo Rejunte el 5 de noviembre de 2016 en la cancha 3 de Ciudad Universitaria”.
Es que, amigos míos, el triunfo Rejuntero versus Reseristas quedará en los anales de las epopeyas de la Kermés, llenando una página más de hazañas memorables que como bien dice la definición, representan los ideales de esta casta guerrera que son los verdinegros.
El contexto del torneo demente que es la categoría C de la UBA, el morbo de que jugaba el tercero con el sexto que le soplaba la nuca a dos puntos, la etapa de definición en la que se encuentra el campeonato, empezar perdiendo 2-0 a los 15, las lesiones de Feli y Axel, la roja a Mariano, aguantar con uno menos, verlo transpirar a Fede y ganarlo de guapo, hacen de este encuentro uno de los más emocionantes que haya vivido rejuntero alguno.
Las palabras no pueden describir la locura que se sintió en la segunda peor cancha del complejo (a la que por un rato parecía que se mudó el conejo de la 6), porque el partido tuvo todos los condimentos que necesita un match para convertirse en histórico, y principalmente porque nos mantiene vivos en la lucha por el sueño de todos.
Cuando Beto a los 25 del segundo tiempo (al salir Feli con diarrea), mascullaba con la cabeza “otro año que se va”, el equipo demostró que tiene los huevos más grandes que los que rifan para Pascuas y se llevó los tres puntos de guapo, de pura atropellada para felicidad de todo el pueblo borrachín.
Entonces, sin más preámbulos, los invito a recordar este hermoso, inolvidable, apoteósico e infartante Deportivo “los huevos le llegan a los tobillos” Rejunte 3 (Mosca, Inmenso Perro x 2)- Reseristas “se te congeló el pecho” 2.

Un infierno era la cancha 3 de Ciudad a las 11 horas, cuando los rejunteros empezaron a llegar al lugar.
Antes, las noticias que anticipaba Mariano no eran buenas para las aspiraciones (tranqui Mosca, la referencia es al deseo que se pretende cumplir) verdinegras, porque ganaban Tioca y Esa Estrella, lo cual nos obligaba a llevarnos el triunfo si no queríamos quedar casi knock out.
La ausencia por lesión de Planta hacía modificar los nombres que salieron a la cancha en busca de la victoria, por lo que el equipo formó con:
        Mariano
Colo Herno Ciarlo Titta
Javi Feli Jack Juan
     Mosca  Perro
Comenzó el encuentro con una tónica de disputa en todas las líneas. Ninguno de los dos equipos se decidía a ser patrón del lugar, primando la prudencia en cada jugada, sin arriesgar de más y marcando con firmeza.
Sin embargo, las primeras señales de alerta empezaron a prenderse en el equipo fluorescente, porque el juego rival empezó a ser claro: de cualquier lado había que tirársela al 10 (crack, pero amargo como pedo de cuco) y al otro punta. La receta les empezó a dar resultado aprovechando que la línea del doble cinco nuestro quedaba muy lejos de los centrales cuando nos atacaban, por lo que Hernán tuvo que salir dos veces a buscar (y pagar) casi en mitad de cancha para locura de Beto, que ahí nomás le preguntó al Negro cuales eran los pasos legales para desheredar a un hijo. La respuesta del recio central a su padre no se hizo esperar: -Que mierda querés que haga, boludo!
El medio no podía dominar el juego, Feli distribuía muy bien pero quedaba lejos en los cortes, Jack llegaba tarde a la mayoría de los quites y Juan no podía parar la pelota que ya lo comían. En su defensa, la mayoría de las pelotas las recibió de espaldas, por lo que por mayor fuerza física es lógico que le ganaran en el anticipo, y más si no se podía bajar la saltarina. Javi y Colo se superponían en ataque y dejaban el hueco libre, por lo que no era ni chicha ni limonada. Encima de todo, Mosca y Perro estaban desconectados de la elaboración, y sólo asustaban si miraban feo, pero no con la pelota en los pies.
Los rivales vieron que en esos minutos el equipo tuvo más dudas que Samantha, y en una nueva pelota frontal al 10 (que jugaba de 9), Ciarlo dudó en salir a cortar (tal vez por temor a que Beto lo faje directamente) y el muy buen delantero tuvo el tiempo necesario para bajar la pelota metiendo el cuerpo, girar y sacar un derechazo a media altura desde afuera del área, inatajable para Mariano pese a su volada.
Ese gol me recordó a éste:

No pasaron ni cinco minutos que el pobre Volcán la tuvo que ir a buscar de nuevo adentro: el ocho rival les gana la posición sobre la raya primero a Juan y luego a Mariano, desborda y tira el centro al medio del área, por donde llegaba el otro delantero libre, quien de primera y con un toque sutil batió al arquero.
Chau partido, chau torneo, calentá Mauro que nos salvás, ojala que llueva café y se suspenda, cualquier cosa erá válida para dar vuelta el resultado.
Dicen, no lo puedo confirmar porque yo no lo ví, que en su desesperación Beto fue a pedirle consejo a PapádeJuan, quien le dijo lacónicamente: Poné a Carmela y a Nico.
Menos mal que el mayor de los Martínez no hizo caso al consejo, porque tras otros diez minutos de desconcierto nos encontramos con un regalito hermoso como acabada en las tetas: los reclamos reiterados de los rejunteros hicieron efecto en el ánimo del árbitro y cobró un tiro libre en la medialuna del área rival luego de que Perro le diera por arriba del travesaño. La realidad es que no debió cobrar falta porque había dado ley de ventaja y el delantero fluorescente mantuvo la posición antes de patear al Pabellón 2, pero bueno, alguna vez se nos tiene que dar a nosotros, por lo que ahí fue Ciarlo convencido de que esta vez Mosca no se lo sacaba.
Le dio duro el cuasicalvo central, pero la pelota dio en la barrera. El rebote le quedó de nuevo al rubio rejuntero, y como veía que se le venían encima hizo una de las mejores cosas que sabe hacer: la aguantó un segundó más en lugar de pegarle, provocando el contacto y el grito exagerado. Nueva falta, mismo lugar, pero esta vez indirecto.
El árbitro paró entonces el juego para hidratarse, y parece que al equipo se le refrescaron las ideas, porque al retomar, Mosca se paró de frente a la pelota y Ciarlo se aprestó a darle el pase para que le diera con mejor suerte. Y pasó esto, sólo que tras el toque de Leo:


Tremendo golazo del Moscardón Fluorescente, que estaba haciendo un buen partido pero no podía ser determinante.
Pero si eso fue un golón, no se imaginan lo que vino cinco minutos después:
Pelota en salida por derecha con el Colo que busca a Javi en posición de 8. El Profe la aguanta y descarga para Jack que había ganado la espalda del 5, pero la pelota no le queda cómoda y toca forzado para Perro que estaba casi parado en la medialuna.
Entonces, el Can goleador paró el balón de frente al área y con dos marcadores por delante. Con un buen amague se sacó al primero de encima, y con una gambeta magistral le ganó al segundo metiéndose en el área de derecha a izquierda, para quedar sólo frente al arquero, a la carrera. Y el gigante de Villa Raffo no tuvo mejor idea que semi-picar la pelota, cruzada ante la salida desesperada del golero, para que el balón diera en el segundo palo, cruzada, y se metiera para delirio de todo el equipo.
Como dice mi colega Sacheri, me van a tener que disculpar, porque aunque me llamen exagerado tal vez, para mí este gol está a la altura de esta joyita:

El empate pareció apaciguar el ritmo del partido, porque desde entonces nada más interesante pasó hasta el final de la etapa.
Mauro, que calentó en el entretiempo y se puso una remera negra debajo de la rejuntera pese a los 62° que marcaba el termómetro, dijo que lo hacía porque se le erizaban los pezones. No sabemos si es porque lo excita jugar, porque es alérgico al pasto o porque se calienta con los culitos frescos de los pendejos rivales. Así y todo, pasó a jugar de volante en lugar de Juan, manteniendo el resto del esquema ya que se veía que los rivales estaban empezando a dar signos de agotamiento físico.
El complemento comenzó trabado, sin ideas claras por parte de ningún equipo. Ellos, extrañamente, sacaron a su mejor jugador (el 10), por lo que prácticamente renunciaron a atacar ordenadamente.
Pero Rejunte no podía generar jugadas de peligro, y en ese cambalacha, sobre los diez minutos se lesiona Felipe tras pegarle de puntín, tal vez como castigo por violentar con ese pase el histórico paladar negro del Borracho Putañero.
Entró Fede a jugar de 8, Javi pasó al centro y desde allí cumplió su mejor actuación desde que forma parte de la locura verdinegra, porque se cansó de rechazar cuando las papas quemaban e intentó tocar y jugar cuando la tuvo en los pies.
Salió Mosca para que entrara Axel, a quien desde el DT, pasando por el resto del banco, el planillero y unas minitas que jugaban hockey lo enfermaron diciendo que tenía que ir y presionar, comerles los tobillos y el hígado a cada rival.
El pendejo entró con todo, y casi casi se convierte en héroe, pero para eso falta, porque a los 20, luego del enésimo error fulero del árbitro, un pelotazo al puntero derecho rival se va fácil 1,5 metros por la línea de fondo, pero el referee no cobra nada, tiran el centro y de volea el centrodelantero revienta el travesaño.
El reclamo fluorescente fue demencial, a tal punto que Mariano el Bueno fue tan vehementemente a protestar se ganó la amarilla. No contento con esto, reacio marcador rejuntero lo puteó de arriba abajo y siguió en el tole tole, por lo que fue expulsado, provocando su locura instantánea, empujando y queriendo pararse de manos frente al asustado árbitro. Lamentablemente al finalizar el partido nos enteramos que el informe será muy duro, por lo que con  mucha suerte podremos contar con Titta para el final del torneo.
Obviamente todo el equipo se fue al humo del árbitro, hasta Beto y Mosca, que le explicaba literalmente que lo teníamos que cagar a trompadas.
El DT verdinegro, viendo que se iba todo el esfuerzo del año, mandó a que el equipo no afloje y siguiera atacando. Javi retrocedió dos metros, Jack empezó a mandarse para adelante con coraje y todos se de deslomaron para marcar y tratar de llegar.
La tarea era titánica, porque el rival estaba bien parado atrás y Rejunte no le encontraba la vuelta, hasta que a falta de diez minutos para el final, Fede tuvo su mejor intervención en el partido, luego de abrir una pelota para la izquierda que fue aguantada por Mauro.
El toque hacia atrás encontró al hombre de Comodoro que pensó en patear desde lejos para probar, pero con el rabillo del ojo vio al Perro que se apostaba en la puerta del área, entre el vértice izquierdo y la medialuna.
Para él fue la pelota, y el Can asesino encaró y engañó a propios y extraños, metiendo un pase en cortada entre los dos centrales para Axel que llegaba acompañando por el punto del penal. La pelota le quedó casi en el área chica al mocoso a la carrera y remató ante la salida del arquero, quien se tiró bien achicando el remate.
Pero Axel en esa pelota dejó la vida, chocó con el golero y peleó la pelota. El rebote le quedó a Jack a la carrera pero su remate volvió a ser tapado por el guardameta, pero ahí estaba la figura eterna de Santi Caputo para volver a pelear casi sobre la línea, pegarle al arco y que otra vez la sacaran.
En ese instante las almas de todo el equipo se unieron en un rezo, suplicando a los espíritus de todos los rejunteros que pasaron alguna vez por el conjunto, haciendo fuerza tal como dijo Herno, como los Pumas frente a Irlanda ´99, empujando con el aliento la siguiente trabada que se veía venir.
Y la ganó el Perro nomás, para quedar esta vez si, sólo frente al arco, para tocar a la red y desatar la locura sin fin, que dura hasta el momento de escribir estas líneas.
Imaginen a Axel entrando por el medio, el resto fue puro huevo como este:

Todo el grupo se unió en un abrazo de gol interminable, Nico y Carmela no lo podían creer, Beto se abrazaba a Papádejuan y todo el banco se metía en la cancha para terminar el partido con 17 defendiendo el triunfo.
Como no podía ser de otra manera, había que sufrir lo que restaba. Reseristas nos metió en nuestro arco a base de centros que fueron implacablemente rechazados por Ciarlo y Herno, Juan entró por Axel que quedó roto después del esfuerzo del gol y Mauro pasó de tres. El Colo se fajó con el delantero que quedaba y Javi reventó todo lo que pasaba cerca.
Los 4 minutos adicionados se hicieron 6, hasta que a sabiendas que el tiempo estaba más que cumplido, la experiencia de Leo C. antes de un tiro libre a favor en mitad de cancha, hizo que le dijera al árbitro directamente que no lo iba a patear, en la cara del jugador rival!!! La locura de Rejunte da hasta para eso, para imponerle al árbitro hasta cuando se termina el partido, por lo que ante la determinación con que se impuso Ciarlo, al colegiado no le quedó otra que mirar al pibe que estaba en la barrera, bajar la cabeza, agarrar la pelota y dar el pitazo final.
La alegría de todo el equipo fue indescriptible y no es para menos. Pocas veces se dan partidos así, tan emocionantes y con todas en contra, para terminar ganando. Sólo recuerdo dos encuentros así desde que soy rejuntero y ya pasaron varios años, por lo que más que claro queda que esto no es cosa de todos los días.
Lo que parece que si es de todos los días es la entrega incondicional de cada jugador que se pone esta camiseta y la unión del grupo humano que es fundamental.
Todos, pero todos, dejan lo último desde el minuto cero, y con esa actitud no tengo dudas que nos vamos a ir de este torneo con la cabeza bien alta, salgamos como salgamos.
Hoy quedamos cuartos. No pensemos en cuantos ascienden, sólo pensemos en que el sábado tenemos otra final más frente al segundo. Hay que marcar, raspar, tocar y embocarla. Si ganamos, las chances serán mayores y si perdemos vamos a hipotecar nuestro futuro dependiendo de terceros.
Ahora no dependemos de nadie, más que de nosotros mismos. Pongamos todos, vayamos todos a alentar que los once que están adentro de la cancha no se dan el lujo de bajar los brazos sabiendo que hay todo un grupo de gente esperando que la rompan, esperando entrar a hacer lo mismo, esperando un whatsapp en Capital, el conurbano o a miles de kilómetros, para alegrar el fin de semana, para transitar la ansiedad de lunes a viernes con una sonrisa, para soñar una vez más con el ritual sagrado de juntarnos, disfrutar de la previa y unirnos en el grito más hermoso, el grito del gol.
Buena semana amigos, nos vemos en Esa Estrella, la que vamos a alcanzar.


Puntajes de Elio Acero Rossi
Mariano (5.5) = No tuvo responsabilidad en los goles y le llegaron poco. Tuvo varios saques de arco no muy buenos. La dejó picando en el área en un centro del PT, pero se destaca que salió con garra. Importante su motivación este año.
Mauricio (7) = La tuvo difícil y en el resumen general salió ganando. Arrancó muy alterado, casi lo expulsan pero logró bajar varios cambios. Jugó mejor en el ST. Por momentos parece que juega su propio partido, no aceptando errores de compañeros, tiene que aprender que si no le cubren la espalda debe quedarse más.
Hernán (5) = uno de sus partidos más flojos. Quedó pagando varias veces en el PT, marcó mal en el gol. Mejoró mucho en el ST y eso hizo mejorar la defensa.
Ciarlo (6) = Dudoso PT, mejoró en el ST y demostró su experiencia en partidos chivos. Tiene la viveza que le falta a otros.
Mariano (4) = Resta un punto por la expulsión. Capaz no juega más en el torneo y va a ser una baja importantísima. Tiene que mejorar eso y no dejar complicado al equipo. Cuando jugó se lo vio más dubitativo que otras veces y marcó mal en el segundo gol de ellos. Supo ganarse la titularidad con presencia y juego prolijo.
Javi (7) = De sus mejores partidos en rejunte por la entrega y orden táctico. Esta vez el cambio de puesto no modificó su juego. Aprendió que en un torneo así, con canchas y pelotas así, a veces hay que reventarla. Está empezando a sentir la camiseta. Buen refuerzo!
 Feli (5) = Su lesión complica mucho de cara al final del torneo. Esta vez estuvo un poco flojo, jugaron mucho a sus espaldas, le costó agarrar la marca en el PT. Le faltó ordenarse con Jack.
Jack (5) = Suma un punto por el pase al Perro en el segundo gol y por su remontada en la segunda mitad del ST.  Flojo partido en líneas generales, está 2 o 3 puntos por debajo de su nivel y mal físicamente. Si él anda mal el equipo pierde juego. Ponete las pilas que los que juegan 3 o 4 fechas bien por año, a la larga terminan siendo vende humo…
Juan (4) = No le encontró la vuelta al partido hasta cuando volvió a entrar. Le ganaron físicamente y la cancha nunca le permitió jugar con la pelota en los pies. Es cuestión de confianza y seguir poniendo.
Mosca (6) = Dudé en ponerle 5. Suma un punto por el golazo que hizo (importantísimo para la remontada), pero debería restar uno por lo insoportable de sus quejas. En el PT no le dieron ni una clara y la peleó más que otras veces. Así empezó el ST, pero pareciera que se desinfla físicamente. De que él aproveche su habilidad va a depender mucho este final de torneo.   
Perro (9) = Copiar/Pegar. Tremendo golazo el primero, puro huevo el segundo. Es hermoso verlo jugar enojado…
Mauro (5.5) = Lo mejor que tiene es su entrega física, y en este partido se ahogó a los 5 min de entrar. De todas formas fue a todas y la pidió siempre. 
Axel (6) = Así tiene que jugar todos los partidos. Tiene que entender que entra para presionar arriba, desbordar. Tiene que demostrar que es pendejo haciendo eso principalmente. Todo lo demás viene después. Jugar más los partidos en la cancha que en el wathsapp.
Fede (6) = Entrar así es muy difícil (lo digo por el partido, no por el estado físico). Le metió sacrificio por el equipo, dando el ejemplo como capitán.
Cesar = No entró. Se destaca su enorme compromiso con el equipo. Aunque saca tarde las crónicas y me culpa mi…