Borracho y agresivo

Deportivo Rejunte igualó en 1 vs Cosa Tioca y sumó un tímido poroto para su cosecha 2015. "Agridulce" es el sabor que quedó impregnado en el paladar fluorescente tras haber arrancado ganando, tener un hombre más desde los 30 del PT, pero arrojado a terminar sufriendo y con dos players menos por desopilantes escenas. Muchas cosas para mejorar, muchas cosas para rescatar y un desafío importante por delante: sellar definitivamente una manera de encarar los partidos y plantarse en la cancha. Crónica removedora y emotiva para el primer gol oficial de Néstor, uno de los corazones más brillantes de la kermés.

 

Deportivo Rejunte parece un equipo que vive en el romanticismo, del surm und drang, su estado de ánimo depende del clima, de los atropellos del Dios Sol y de todo designio fijado por el comportamiento de los planetas. Si hay lluvia, si el cielo está plomizo, si el mundo amenaza con venirse abajo, el borracho lo siente en el cuerpo como una cuestión primitiva, como un enlace mágico al devenir cósmico, como la fea cagada de la mañana resacosa, duro bodoque de morcilla cular. Los 3 partidos en donde Rejunte no pudo ganar, el agua estuvo involucrada, el gris permanente en la estratósfera parece moldear el ánimo de los loquitos rejunteros que, si  nos ponemos serios y analíticos, merecimos ganar todos los encuentros disputados pero sólo nos llevamos el pito contento y requesudo a casa en solo una oportunidad.

La duda comenzaba a apoderarse los días previos al match, que los carnets, que la plata, que la lluvia, que tu vieja en tanga, que la verdad, me cago en buda porque hizo que el equipo desde la previa tuviera la cabeza en otro lugar, en otra dimensión. Además, la distancia de dos semanas entre nuestro último y victorioso encuentro terminó molestando en el devenir fluorescente: Deportivo Rejunte es un equipo sanguíneo, necesita de la conexión, de sentir al otro presente para crear, para ser, para desarrollarnos, las lagunas temporales nos vienen como el culo, no hay hepatalgina para esa intoxicación futbolera. No nos viene bien jugar espaciado como tampoco mentalizarnos en cuestiones tan mundanas como el clima, que depende de los planetas, y de los carnets y de cuestiones organizaticvas del torneo, que dependen de un tipo tan genial como yo. Entonces, les voy a decir señores, que toda la pelotudez que se habla antes del partido que no sea pensar en ganar, asesinar al rival y comerse su cuerpo ya muerto, es pulso electrónico gastado, mensaje de texto perdido, plan de compania telefónica expandido al pedo, Y es algo que quiero que tengan en cuenta para la fecha que viene: el partido no arranca en el momento que se mueve la pelota, sino mucho antes, cuando se saca la lista de citados y cuando tenemos que salir a correr, a ponernos pillos en la semana, a pensar sólo en dejar todo para ganar cuando le toque jugar al borracho putañero de los sucios pantanos.

Entonces cancha n5, sintético, oportunidad para intentar el fùtbol que creo, a todos nos gusta. En medio de los chaparrones, del diluvio, de Noe y su puta Arca, con el plantel completo y los muñecos salieron de esta manera:

Mariano

Piña     Herno     Néstor     Licha

Planta    Jack     Ciarlo     Mauro

Mosca    Perro

Batalla campal, no hay otra manera de comentar sobre este partido. Cosa Tioca es un rival durisimo, que ascendió el año pasado, con un plantel jóven que mete y corre hasta el final. Y sabiendo en la que se montaba, el borracho comenzó el partido sin miedo, buscando lastimar al rival pero sin tenerla totalmente clara en cómo carajo hacerlo. El premio mayor del mediodía estaba en la parte central de la cancha, donde Jack, Mauro, Ciarlo y Planta intentaban controlar el partido ante un Tioca aguerrido y con buen control de pelota.

Los primeros 20 minutos fueron completamente parejos pero con un Rejunte más lanzado que su rival a ganar el partido. La kermés fluorescente contó con las chances más claras del PT y con la voluntad un poco más precisa a la hora de querer alterar los marcadores.  Si bien esa voluntad no se traducía en juego vistoso, estaba claro que la intención del borracho fue buscar el partido desde el minuto cero. Pero si vamos realmente a las jugadas concretas, sólo teníamos acercamientos, intentos, aventuras, desplazamientos veloces, pero nada muy armado como para decir: "che, el equipo está jugando bien", no, no pasaba eso, pero tampoco lo contrario, es decir, el equipo no jugaba necesariamente "mal", sino que, en términos simples, no se le caía una puta idea de cómo llegar al arco: los volantes externos no se proyectaban, los dos del medio no podían tampoco distribuir con claridad, y los delanteros quedaban aisladísimos del equipo, como guerrilleros lanzados a la selva con machete, y trataban de hacer todo de forma individual. La mayoría de esos arrebatos terminaron ahogados por una defensa dura y atenta.

Atrás tampoco era que la kermés sufría: si bien el rival llegaba a línea de fondo con un negrito habilidoso que jugaba por la punta de Licha, tampoco es que llegaban con peligro. Y así el partido, a los 25 minutos, era un quilombo de lucha en la mitad de cancha, y un intento de jugar a algo, pero con la imposibilidad de hacerlo frente a un rival que presionó de manera constante y siempre intentó atacar. Con las cosas así de parejas desde lo futbolístico, Rejunte era más en actitud, iba con  más fuerza a las divididas, disputaba con más intensidad los libres directos y cada bocha al área de Tioca era una chance para los fiesteros estridentes. Y así llegó el primero de la jornada, tras un córner, la pelota quedó boyando en el área y Néstor la capturó en posición inmejorable. Como si toda su vida hubiese jugado de 9 de área, el Nestito acomodó un poco su hernia de disco y arqueando la cadera empalmó la bocha de zurda adentro del área chica sacando un bochazo que se clavó arriba para el delirio de la barra fluor: los abrazos se amontonaron y la alegría era evidente. Rejunte se ponía adelante sin haber sido futbolísticamente superior, pero sí más intenso.

El rival, preso de los nervios, se fue a la carga para buscar el empate, y en esa locura desmesurada dejó mucho espacio para la contra de la kermés, que aguardaba el momento de aprovechar la invitación. Y  como debía ser, en una réplica rejuntera, el Perro encaró perfilado y mano a mano a dos defensas rivales que volvían desde la mitad de cancha. El de Villa Raffo se movió hacia adentro y para cortar la jugada, el anteúltimo hombre del rival le fue a pegar directo a la gamba cuando ya lo había superado en la carrera. El canino de la kermés rodó por el suelo y el juez fue tajante: roja y una oportunidad para el equipo de cerrar el partido tempranamente. Cosa Tioca estaba entregado, con menos de 10 minutos para terminarse el PT y con un jugador en las duchas, comenzaron a tirar pelotazos de todos lados y a volverse locos. Pero la mala suerte iba a imponerse de manera fuerte en la cancha 5 de Ciudad Universitaria. Cuando el partido estaba controlado y el rival adormecido, un rechazo lejano picó una vez en el área fluorescente y luego de un momento eterno bajó por detrás de Marian para picar por segunda vez, y de manera definitiva, en el fondo de la red.  Empate impensado y de nuevo todo en tablas con tiempo delante.

Pero Rejunte no pudo salir de ese golpe, y los últimos minutos del PT los jugó al ritmo frenético que necesitaba el rival: pelotazos sin sentido, volantes que se iban y no regresaban, foules tontos cerca del área, gritos y poco desplazamiento sin pelota. El pitido del juez nos vino genial: la kermés necesitaba ordenarse y tratar de organizar un poco sus intenciones, claras, como las de ganar y llevarse los 3 puntos, pero complejas desde su ejecución, por cuestiones propias del partido, como un rival herido ahora agrandado, y el pesar de un mal funcionamiento en los engranajes del medio. A la cancha el Negro por Jack y el Colo por Hernán para buscar el pase gol que hacìa falta, y la kermès de nuevo salía a la cancha con toda la voluntad del mundo.

Los primeros 20 minutos fueron todos de Rejunte: dominio de pelota, superioridad territorial en las parcelas de la cancha, anticipo en las divididas y salida prolija. Pero no había forma de hacer que esa prolijidad se trasladara a los metros finales. Buen mérito tuvo el rival en esto, siempre dispuesto a marcar y a meter. Rejunte tenía la pelota pero no sabía como servirle la chance a sus delanteros, que se mostraban participativos pero arrojados a la jugada individual y a la aventura. Así llegó una maniobra del Perro que encaró por derecha y dejó a 2 en el camino en un excelente movimiento en velocidad. Cuando sacó el remate el arquero estaba bien parado y recibió el disparo a las manos, fuerte, pero justo donde se había tirado, salvando genialmente a su equipo. En seguida volvía el griego a la cancha por el capitán Ciarlo y a  los pocos minutos el ateniense manejó una pelota a 5 metros de  la medialuna con Mosca marcando la diagonal en un pique exquisito: Jack lo vio a tiempo y lanzó una asistencia monstruosa que dejó al canario mano a mano con el 1 de Tioca. Mosca lo eludió con seguridad y definió, pero un defensor rival alcanzó a sacarla en la línea y el UHHHHHH se alzó entre el cielo.

A falta de 15 minutos para el final, el equipo estaba cansado y frustrado, con lo cual, entró en el juego del rival, de la pelota dividida, del pelotazo largo y de la fricción, juego en donde por momentos se vio superado y tuvo que hacer más foules de los necesarios, dando cada vez más chance a la agrandada del rival. Y de repente, el episodio surrealista de la jornada. Minutos después de haber recuperado una bocha trabando con dureza en un costado, y generando con ello una linda arremetida hacia el arco rival que terminó con remate al arco, Mosca decidió practicar lo último que aprendió en las clases de lucha libre con un rival que lo fue a marcar sobre el lateral. Se agarraron, se abrazaron, cayeron juntos al piso, enlazados, y pasó de todo, piquete de ojos, coscorrón, mojada de oreja y segùn dicen, 5 o 6 jaritas profundas que culminaron en la roja directa al 10 de rejunte tras un lanzamiento de codo al mentón. No conforme con eso, y en un arrebato de locura sin precedentes, Mosca le quitó la tarjeta roja de la mano al juez y pretendió retirarse con la cartulina en su  poder, a modo de sagrado souvenir de guerra. Rojo también pero de ira, el colegiado capturó al oriundo de Luján con un tackle por la espalda y en ese momento la situación se convirtió en una película de Emir Kusturika. Puteadas, agarrones, pedidos de disculpas, bastonazos de los carabineros que desde Chile vinieron a reprimir....caos absoluto. Pero eso no es todo, cuando ya se había liberado del asedio, Mosca continuó su demente andar y en un lanzamiento exquisito con su mano izquierda, la tarjeta roja remontó vuelo como un bumerang salvaje chocando con las ramas de un árbol, y cayendo en las inmediaciones de la cancha de al lado, debiendo detener el partido corriente por tal acontecimiento.

Una buena cantidad de gente se había agolpado ahora para ver los 10 minutos finales de un cotejo que podría definirse como uno de los más bizarros de la jornada. Con el rival agrandado tras la absurda expulsión, Rejunte debió firmar y sentenciar el empate, y con mucho huevo y garra, se plantó en la cancha para aguantar la patriada de Tioca que ahora confiado iba al frente con intensidad. Ya estaba Pablo en cancha, y en los pocos minutos que jugó, fue uno de los que entendió que el juego era pausado y de toque, pero no  hubo forma de poder organizar la movida en estas circunstancias. Y en ese momento caliente, apareció la figura de Mariano para sacar todo lo que se metía en el área, de Licha para dejar la última gota de sudor marcando y raspando hasta que duela, y de toda la línea defesiva de la kermés. Cuando la cosa se moría, el 6 rejuntero que había reingresado hace poco para ordenar, debió abandonar la cancha por una tonta patada sin pelota al rival, y ahora, con uno menos, con la historia completamente vomitada, Rejunte tenía que terminar el partido de la mejor forma posible. Por suerte sólo pasaron minutos hasta que el locura máxima del juez terminó la pelotudes mental que había contagiado al team y el empate quedó sellado.

Punto que podían haber sido tres pero que también podían haber sido 0 si en esos minutos del final entraba alguna de todas las que llovieron en el área, como mierda sea, Deportivo Rejunte sumó y eso es lo más importante al finalizar la jornada. Por como se dió el partido, es ovbio que la sensación más próxima a sentirse sea de amargura, calentura, porque, ganando uno a cero, con un hombre de más, con un partido controlado, se llegó al empate de manera impensada y eso descolocó a un equipo que venía concentrado y metido. Y luego, la clara frustración por tener un hombre de más durante casi una hora y no saber cómo carajo hacer para aprovechar la superioridad numérica, con poco juego asociado, con cambios que no funcionaron ni movieron la aguja, y con un equipo que por momentos pareció entregado y cansado.

Muchas cosas a revisar de cara a la próxima fecha. No todos los partidos se van a presentar accesibles, y Rejunte no puede darse el lujo de desmoralizarse, o bajonearse, de dejar de correr y de meter, de dejar de pedirla y mostrarse, de dejar de intentar y buscar. Hacer eso es brindarle el cuerpo al rival, declararse muerto, cantar los himnos fúnebres con entusiasmo. Algo para rescatar, es que el equipo, por más que no supo cómo, siempre tuvo ganas de llevarse los 3 puntos, porque fue y fue y fue hasta donde le dio las gambas y la creatividad. Pero cuando el factor frustración se hizo presente, comenzó lo peor del equipo, las protestas inùtiles, los foules sin pelota, los gritos desmedidos... o sea, la cosa que no es el fútbol, la cosa que es el problema personal trasladado al campo de juego. Y eso es algo que seriamente debemos controlar, porque Deportivo Rejunte es un equipo, no es el ego de una persona o el desquite personal en un momento de emoción violenta. O sea, entiendo que Rejunte es emoción, es violencia, es locura, pero hay cosas que tenemos que medir porque perjudican seriamente al equipo, no sólo dentro de la cancha sino afuera, en los escritorios de los gordos de siempre.

Quedémonos también con las cosas buenas, no todo es mierda muchachos, es que aún queda el resabio de calentura por cómo se dio el partido y las oportunidades que tuvimos para cerrar algo que parecía entregado y terminó siendo un grano lleno de pus amarilla en el ojete. Rejunte no dejó de intentar en ningún momento, y eso es digno de un equipo, el ir una, dos, tres veces, quince veces, buscar, querer ganar y meter duro y parejo para llevarse la pelota. La kermés no fue tímida a la hora de poner la piernita ni de corerr, con lo cual, las papas están salvadas. Que no hayamos podido armar jugadas coherentes es otro asunto, es algo que puede pasar y que debemos contrarrestar de alguna forma con un poco más de criterio. Otra cosa importante, la armadura del borracho: intacta, demuestra que está para cosas serias, el equipo arranca los partidos decidido a ganar, y eso se nota claramente, es el primero en mojar y el que siempre tiene las chances más claras. Y acá viene, para mí, lo más destacable de estas 4 fechas: siento que merecimos ganar todos los partidos, pero que hoy tenemos mucho menos de lo que deberíamos. Y esa calentura es la que me hace pensar que tenemos mucho por delante, que todavía depende de nosotros y de las ganas que le sigamos poniendo a este borracho desmesurado y aventurero.

Van los puntajes, buen domingo para todos

Mariano 4.5

Mas allá del error del gol tuvo buenas intervenciones después. Hay que precalentar mucho y entrar más metido en el partido.

Piña 6

Un poco desordenado en el PT, perdió bastante la marca. Mejoró en el ST cuando tuvo que cubrir él sólo el sector derecho.

Hernán 6

Correcto, hizo siempre la más fácil. Su cambio se justifica solamente porque tienen que entrar todos. Mal en hacerse expulsar, perjudica al equipo.

Nestor 7

Jugó bien otra vez. Bien parado, tampoco se complicó y dió seguridad en la defensa. Ayudó a Licha y además hizo el gol.

Licha 7

Tuvo el trabajo más complicado del partido: marcar a la figura de ellos. Y no le fue mal. Sigue siendo el jugador con más despliegue del equipo. Habría que haberlo aprovechado más las veces que subió.

Planta 5.5

Erra pocos pases y eso en Rejunte es importante. Tiene lagunas a lo largo del partido y se va del juego. Tiene que entrar más en confianza con el grupo y con si mismo.

Ciarlo 5.5

Demasiado metido atrás en el PT. Tuvo una tarea complicada en el medio y nunca pudo terminar de adueñarse del sector

Jack 5.5

Poco participativo en el PT cuando era el encargado de generar juego, tampoco ayudó mucho a Ciarlo en la recuperación. Ingresó un poco mejor en el ST, pero se empecinó en hacer siempre la misma y por el mismo sector. El pase que le metió a Mosca lo dejó mejor parado.

Mauro 6

Mucho sacrificio, como siempre. Quedó mal parado muchas veces en el PT, dejando muy sólo a Licha con la más difícil. En el PT se lo vió fastidioso.

Mosca 6

Es uno de los que más participó en el partido. A veces abusa de la individual. Restó puntos por hacerse echar, ya se lo habían advertido el partido pasado y antes de empezar este. Debe mejorar eso si o si.

Perro 5.5

Pareciera que cuando no le sale la primera del partido se desmorona animicamente. Se mostró y participó en el PT, hizo todo lo contrario en el ST

Cesar 5.5

No le dió al equipo el juego que necesitaba y ese fue el principal motivo por el que ingresó. Perdió varias pelotas. A su favor, pidió siempre la pelota y no se escondió.

Pablo 6

Ordenado y sin complicarse. No pudo participar tanto en el juego y nuevamente jugó en una posición que no es su preferida.

Mauricio 6.5

Firme en la marca, hizo que no se notase el cambio en la defensa. Estuvo impreciso con la pelota en los pies en algunas jugadas.











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