Deportivo Rejunte arrancó su primer partido del año ganando 2 a 1 a un rival ascendido y es el mejor resultado que podíamos haber esperado desde cualquier punto de vista y bajo cualquier análisis posible. Las conclusiones podrán ser muchas en cuanto a los detalles que se puedan remarcar dentro del desempeño general exhibido por el equipo en esta primera presentación, pero ahora, en estas líneas introductorias de la primera crónica del año me detendré en lo más básico del asunto: Rejunte salió a ganar el debut desde el minuto cero y lo plasmó en la cancha, tal vez no con la prolijidad y tranquilidad que nos hubiera gustado de antemano, pero las intenciones ganadoras del equipo se vieron seriamente representadas por cada jugador, y eso es lo mejor que podría haber pasado el sábado.
Ah, sí señores, volvemos a la vida, el borracho se puso a escaviar de nuevo. Arrancó de una puta vez el torneo de fútbol que mas esperé desde que juego a la pelota. A Algunos les sonará exageradísimo, otros se cagarán de risa y capaz que uno como Fede se mete un palo de amasar en el culo, pero la verdad es que luego de haber jugado casi 12 amistosos, lo que sería algo así como tres cuartos de campeonato, ya no podía distinguir entre la realidad y la fantasía. Bueno, hasta que una mañana se cortó la telenovela y llegó el momento de ver a Rejunte en la cancha y por los tres puntos.
Desde temprano fueron llegando los rejunteros cada uno jugando su partido en la cabeza. La cita era en la cancha 7, la más larga de la UBA y en la que hace unos amistosos atrás la habíamos pasado realmente mal. Sabiendo eso, y que los rivales eran campeones ascendidos, el esquema táctico propuesto inicialmente por el DT fue tranquilo: el partido se ganaría jugando al fútbol apostando a un mediocampo rápido y vertical.
Así comenzó la cosa, con Fran y Nacho liderando los primeros ataque rejunteros con corridas y toques. Tras el típico comienzo de mierda de primer partido de categoría C, el borracho putañero se aferró a la pelota como si fuera una botella y en base a dominio intentó inclinar la cancha. La primera llegó a los diez tras un excelente centro de Nacho que Alan cabeceo por encima del arquero y que fue salvada en la línea por el defensor. El medio rejuntero salió a presionar muy arriba y atorándole el espacio a la salida del rival llegó la primera cogida: Fran encaró por derecha y en un remate medio centro medio tiro al arco la pelota se desvió en un defensor y salimos todos a gritarlo.
Estaba claro que el equipo había salido a ganarlo, porque después del primer gol, el rival no consiguió quitarle la pelota al borracho que a esta altura ya estaba más entonado y confiado que nunca. De toque llegó la roja a un volante de Flazero por una reacción contra el indio toba tras un choque abajo duro, entre los dos. Nacho se rescató y no entró en la gilada y por eso sólo se comió una amarilla. A partir de ese momento, el partido se le fue a la mierda al anciano que ofició de árbitro en el encuentro. Si bien los rejunteros no estaban tan nerviosos como el rival, es cierto que se protestó mucho y eso complicó las cosas, porque sobre el final del primer tiempo, cuando Rejunte mejor parado estaba en la cancha, el viejo choto, abrumado por los gritos ensordecedores, puteadas, escupidas y dedazos en el culo, inventó un penal para Flazero que se convirtió en un inmerecido empate para un conjunto de putitos gritones que se la daban de guapos que no habían ni siquiera podido patear al arco. El peor final de primer tiempo.
El DT salió al segundo acto con la idea de darle más circulación a la bocha y entró Comegarotos Laciar para lustrar un poco el pasto de la cancha 7 con su toque corto. A todo eso, Fran pasó a la delantera con Alan y Rejunte, ya sabiendo que no había premio aceptable más que el triunfo, se hizo protagonista absoluto del partido. Decir que todo fue de Rejunte es ser realista, porque el rival se plantó atrás y no parecía tener intenciones de inquietar sino aguantar y seguir gritandole al arbitro. Los minutos pasaban y la pelota había dejado de moverse por las bandas, estábamos imprecisos en el último pase y la idea de convertir el segundo gol era más una cuestión de espíritu que de inteligencia. El borracho putañero quería salir de fiesta pero no encontraba manera de ponerla, por el lado que iba o se caía al piso del mareo o no terminaba nunca la jugada. El último pase no quería salir, estabamos imprecisos con el fútbol y por eso los intentos del equipo fueron muy desprolijos, pero las ganas de llevarse los tres puntos quedó evidenciada en cada jugador.
Así, con paciencia, como quien está en una fiesta aburrida, el borracho empezó a convidarle alcohol a los presentes y de a poco la cosa se convirtió en un quilombo. Porque a 15 minutos del final el DT se la jugó, desarmó la línea de 4 pasando a Gus como volante y mandó a la cancha a July y a Santi. Y cuando uno se la juega corre riesgos, y la verdad es que Flazero podía haber ganado el partido en aquella corrida que Juan tapó magistralmente. Fue la primera gran tapada del año deteniendo un mano a mano en la puerta del área chica cuando faltaban 10 minutos: ese gol hubiera sido el final de la historia para un rival que ya quería terminar el juego. Esa atajada contagió a los rejunteros que se dieron cuenta de la que se habían salvado y pusieron todos los huevos para ganarlo yendo al frente como un borracho malo.
De toque, una guapeada de Gus trabando abajo como un jabalí enfurecido provocó la expulsión de otro rival y un tiro libre a 40 metros del arco que tomó Pablito Kalmar. El área era Kosovo: agarrones, cien personas saltando al mismo tiempo, gritos, llantos, disparos y desesperación, la terrible imagen de un momento en donde todo se va a ir al re mismísimo carajo. Y así fue que el centro llegó cerrándose, al segundo palo y la pelota quedó boyando por ahí. Lo que se vio desde afuera fue surrealista: ochocientas piernas que pifiaron patadas horribles hasta que cayó en los guantes-pie de Juli que la paró y la acomodó al lado del palo. Golazo rejuntero, gritos de emoción y saltos drogadicteriles por todos lados: el borracho se había armado una orgía en el area del rival y entre tanta guasca seca y olor putrefacto enconó un orto distraído y a cobrar. Los minutos pasaron rápido con Rejunte aguantando con la pelota en el campo del rival: como debe cerrarse un partido jodido, lejos de nuestro arco y con la confianza por las nubes.
Terminó la espera queridos rejunteros, la primera crónica del año, la primera alegría, tan esperada y tan merecida también. Rejunte ganó con claridad su primer partido, eso es lo importante, pero aún necesita mejorar algunas cuestiones para estar tranquilo y ganar sin tanto sufrimiento. Para el próximo encuentro, que probablemente sea en dos semanas, necesitamos encontrar juego asociado, más prolijidad con la pelota en los pies y menos gritos al árbitro. Con eso, la vamos a pasar muy bien: Rejunte demostró que tiene ganas y que ademas tiene los hombres para hacerlo bien. No hubo un solo rejuntero triste este sábado y eso es lo más importante para confiar en que el borracho putañero está dispuesto a empacharse con champagne. El torneo recién arranca y los nervios del debut ya quedaron pisoteados en la cancha 7. Se vienen rivales duros, canchas ásperas, frío. El borracho sabe que le quieren cortar la joda pero es capaz de manejarlo: están todos invitados a la fiestita.
Piñata
1 comentario:
Disculpame pero qn se mete un palo x el culo estan hablando de un tipo de v.libertador?.
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