Corría 1994 y yo tenía 15 años.
Cursaba segundo año en una Escuela Media del conurbano, jugaba al fútbol en
Morón y como es lógico, a esa edad el que está un poco entrenado es “él”
atleta, tenía educación física con los de 4º y era tan canchero que usaba pantalones
elastizados con zapatos Leñador. Como el horario de gimnasia era una hora
después de salir de clase, me iba corriendo las diez cuadras hasta mi casa para
comer algo y volver. Y en un día de esos de frío feo como Carucha Muller, salí
corriendo a morfar, pero con las manos en los bolsillos y la carpeta entre el
hueco que hacía el brazo derecho en jarra. Tan embalado iba que no me di cuenta
que una baldosa estaba salida, metí la gamba en el hueco y tropezé para
comenzar a planear sin poder sacar las manos de los bolsillos intentando
pararme como el Diego al festejar el segundo gol a Bélgica. Pero como nunca
hice un gol así no supe pararme y después de intentar evitar la caída por unos
diez metros, me la di de trompa contra el piso. Lo primero que hice fue mirar
si alguna chica me había visto porque eso me hubiera dolido más que el golpe
mismo, y como por suerte no había nadie en la cuadra me levanté disimulando y
seguí mi camino.
Ya más grandecito, un par de años
después estaba más virgo que Teté en la red con la de Rejunte, y había una piba
que me decían que me quería dar, pero yo era medio pelotudo y exquisito así que
mucha bola no le daba, más que alguna franela de boliche. La cosa es que
volviendo de jugar un partidito todo chivado una tarde me la encuentro cerca de
casa, y empujado por algún amigo la invité a mi hogar ya que mis viejos no
estaban. Era la chance. Sucio y todo ella no tenía problema, así que terminé en
bolas, pero los nervios hicieron lo suyo y el amigo estuvo más blando que
patita del medio rejuntero, y tuve que inventar que escuché la chata de mi
viejo que llegaba para justificar la paupérrima performance.
Y muchos años después, fui a un
bautismo en lo de la amiga de mi esposa, me morfé todo y me dieron ganas de
cagar como si fuera la última vez. Con carpa me escabullí hasta el primer piso
donde estaba el baño privado y me encerré ahí. El tereso que salió fue más
grande que la chota del negro de whatsapp, y ya me aprestaba a regresar con
carpuza a la fiesta cuando al tirar la cadena se tapó el inodoro. Esa mierda no
bajaba y mi calor subía, tenía terror a que si apretaba el botón una vez más
rebalsara todo, así que no me quedó otra que agarrar un juguetito de nene que
estaba en la bañera para meter la mano en la hediondez y con el juguete golpear
el producto intestinal hasta cortarlo en pedacitos y permitir que fluyera hacia
las cloacas.
Y ustedes mis queridos rejunteros
se preguntarán que carajo tiene que ver esto con la peor goleada que Rejunte
sufriera en al menos mis 10 torneos en el equipo, y la respuesta es que las tres anécdotas relatadas fueron
papelones enormes que tuvieron pocos testigos.
Y como tuvieron pocos testigos y
como ojos que no ven corazón que no siente, me hice el boludo y seguí adelante,
por lo que ante el papelonazo que pasamos el otro día, pensemos que fue un
miércoles, no lo vio nadie, apenas se enteran al ver la tabla los rivales y en
definitiva, si nos olvidamos por un rato de que pasó, es casi como si no
hubiera pasado. Tomemos nota de lo que no puede pasar nunca más como cuando
decidí no correr más con las manos en los bolsillos ni tratar de ponerla
nervioso o ir a cagar a baño prestado, y miremos hacia adelante que está bien
cerquita la posibilidad de hacer algo mejor el domingo.
Bienvenidos amigos a esta
dolorosa crónica de Deportivo Rejunte 0 – Loker 6.
Como todos saben no es el estilo
de este pasquín el hacer humor luego de una derrota. Pero ésta derrota es tan
dura que vamos a hacer una excepción, y me voy a limitar a contar brevemente
que Rejunte tuvo que formar con infinidad de jugadores en posiciones extrañas
(Fede quería ponerse en cuatro y le tuvimos que explicar que no era a esas
posiciones a las que se refirió Hernán), ya que los barrabravas que nunca se
pierden un partido en la Boca porque cuidan su lugar al lado de Di Zeo dejaron
diezmado al team y por lo tanto se formó asi:
Herno
Tomi Jack
Teté Mau
Black Javi Fede
Tato
Chancla
Perro.
Sin embargo y pese a este improvisado equipo, Rejunte se plantó aceptablemente ante el hasta ese momento escolta en el torneo, marcando generalmente a destiempo pero compensando con un criterioso manejo de pelota. Hubo hacia los diez minutos una tapada a quemarropa de Hernán y sólo algunos disparos de lejos del rival, mientras que la kermés lateralizaba pero no era profunda en los ataques. Jack y Teté cortaban todo con buenos anticipos y salían jugando, el medio mal que mal se las rebuscaba con la pelota y adelante se notaba a los delanteros al acecho.
Sobre los 15 minutos una jugada
en la que Jack corta bien pero no la revienta termina en un rebote que queda a
un jugador rival en presunto offside que no fue cobrado, y que casi solo ante
Herno definió tranquilo.
Desde allí hasta el final del PT
se vio lo mejor de Rejunte, que empezó a presionar mejor, y principalmente
encontró algunos circuitos de juego interesantes que terminaron en dos remates
de Tato que fueron uno tapado por un defensor cuando llevaba destino de gol y
otro que se fue apenas desviado. También de una linda combinación de Chancla y
el Negro salió un pase para el Perro que entrando al área no pudo definir dos
veces en la misma jugada, y también se llegó por derecha con buenas excursiones
de Tomás.
Se terminó el primer tiempo y la
sensación era que se podía. Es más, desde el pantano parecía oírse la voz de
Volcán diciendo “Si, se puede!!!”, por lo que el mismo equipo salió a disputar
el complemento, del cual mejor es olvidarse.
Al minuto nomás, un lateral en
tres cuartos del ataque rival por derecha que no debía traer peligro alguno,
encuentra a un jugador solo en el vértice del área, Jack y Teté le salen a
marcar, el pibe les dice: “mirá, un avión”, los centrales entran el la trampa y
miran al cielo mientras el delantero se escabulle entre medio de ellos y tira
el centro atrás para que un jugador entrara solito de izquierda a derecha y
definiera con menos oposición que la que hace el PJ del interior. Mauro? Estaba
pensando que excusa pondría para salir si la cosa se complicaba más.
No llegamos a decir la puta madre
que ya nos habíamos comido el tercero tres minutos más tarde, porque después de
un tiro libre al área rival, sacó el arquero largo aputando al 9 que había
quedado man to man con Teté, a quien lo desacomodó con falta que el juez no vio
porque le estaba preguntando al Perro de que raza era, le ganó la posición, se
abrió hacia su izquierda y desde un lugar incómodo la colgó en el ángulo del
primer palo.
Se terminaron así las ilusiones
rejunteras, que recibieron otro cachetazo antes de los diez minutos cuando otra
vez el 9 encaró de izquierda a derecha y desde la medialuna la mandó al lado de
Hernán que la vio pasar. En lo que resta del partido entraron Nestor por Negro,
Gato por Tato, Pablo por Fede, Tato por Mauro, alguno por Chancla y éste después por Javi. Creo que
dimos tanta lástima que ni los cambios nos controlaron, pero nada fue solución y
un equipo despedazado en su orden y en su ánimo vio como nos colaban dos pepas
más para redondear un set difícil de digerir. Por suerte terminó el partido
antes de que llegar el séptimo y se convirtieran en lobizón en esta película de
terror que fueron los peores 40 minutos de la historia.
Se puede decir que tocamos fondo,
como equipo, como plantel y como jugadores individualmente. Van tres partidos
que bancamos la parada en el primer tiempo con mayor o menor éxito pero
manteniéndonos en partido, y terminamos siendo pasados por arriba en el
complemento. Falta físico, concentración, un poco de actitud para ir
convencidos a cada pelota y también falta que cada uno responda mejor desde lo
individual al tocar la pelota al compañero, al buscar el arco, al controlar el
balón, al marcar, al correr y ganar una vez en velocidad. Eso adentro de la
cancha. Afuera hace falta más participación en el grupo, más reunión en la
semana, más asado algún sábado, pero principalmente faltan más ganas de ir a
jugar y a divertirse. No digo divertirse adentro de la cancha sino en la
previa, como cuando Volcán llevaba los aceites o era costumbre que alguien
lleve las facturas. La sensación que da es que tenemos un plantel que parece
saturado de si mismo, o que al haber alcanzado objetivos tan altos no tiene motivación
por la que luchar, y hasta puede ser lógico al saber que no tendríamos chance
de un nuevo ascenso, y parece que ir a
jugar a veces se torna un compromiso más que una elección. Por eso les propongo
elegir una vez más a Rejunte, elegir ir con alegría a soñar con un gol, un
pase, una gambeta, una atajada, un quite al límite. Una vez casi desaparecemos
y resurgimos. Una más les pido, resurjamos juntos, demasiado esfuerzo hicimos
por varios años como para echar todo a perder en unas fechas. Nuestro
campeonato se llama no descender. Juguemos concentrados y metidos los 80
minutos, dejemos todo, no nos olvidemos de donde venimos. No nos olvidemos de
nosotros.
Elio
Hernán: 3. Aunque se valora el
esfuerzo ya que no es arquero, se lleva media docena gratis. Suma un punt--o una
atajada magistral y un punto por ir al sorteo.
Tomás: 4. Cuando corre parece que
está en ojotas, pero al menos pateó un buen centro y dos veces al arco. De 4 parece
el Chino Garcé. El Chino Garcé hoy en día.
Jack: 3, Metió mucho hasta que
logró sacarle el teléfono al colombiano delantero rival.
Teté: 2. Puede dar fe de los
golazos de loker. Los vio de cerca y no hizo nada. La próxima sacale una foto
nene!!!
Mauro: 2. Sacó bien un lateral.
Black: 3. La próxima que lleve
una brújula para saber donde está parado.
Javi: 3. No marcó nada pero lo
compensa con la buena sociedad que armó con el 5 y el 10. El 5 y el 10 de
Loker.
Fede: 3 . A pesar de las
condiciones climáticas a su favor (viento fuerte), el hijo del viento en contra
no aportó mucho al encuentro.
Tato: 3. Pateó dos veces al arco.
Si se sacaba el resorte que se puso en el pie capaz la paraba más y sumaba
mejor puntaje.
Chancla: 2. Cuando arranca con la
pelota tiene cosas de Bale (de Cristian, en Batman, no gira la cabeza ni para
mirar la hora)
Perro: 2,5 Quedó drogado después del
encuentro con los amigos de gremio, parecía un chihuahua queriendo agarrarse la
cola.
Néstor: 3 Volvió y fue como si el tiempo no hubiera
pasado. Siempre igual.
Gato: 3. La pisó dos veces ante
nenes que podrían ser su hijito Gino. Y se la sacaron.
Pablo: 3. Lo puteó re lindo a
Chancla después del sexto gol y eso le suma un punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario