Los gorras de verde nos descansaron la bodega

El borracho hizo su partido más triste del año y en la sucia calle dejó tirado su invicto como si fuera una ramera esquizofrénica. La derrota duele. Pero no nos podemos dar el lujo de abandonar. Es ahora cuando más hay que meterle fichas al equipo porque de partidos tan feos se sale entre compañeros que van al frente.



Fecha 5
Deportivo Rejunte 0
Verde Cambalache 4

Rejunte perdió, y si, ya lo sabemos todos, lo sabe mi vieja, mi jefe, los travestis del barrio, mis vecinos, lo saben todos. La china del mercado también lo sabe. La cara de orto es indisimulable y ni los perros de la calle se acercan. Lo peor de hacer las crónicas son estos momentos, pensar qué carajo poner cuando se pierde así, porque las ganas son distintas a cuando el resultado es favorable o cuando uno siente que le faltó poco. Claro. Pero bueno, qué querés que haga si nos comimos 4 canelones con salsa y todo. Algo tengo que escribir, y aca voy.

Del partido mucho no podemos hablar. O sea, estrictamente de fútbol no hay mucho. El borracho jugaba contra Verde Cambalache, un rival que sin ser una potencia, es un equipo serio, duro, que juega de bien para arriba. Y frente a un adversario de tales características, había que estar bien pillo, cosa que forzadamente no se pudo hacer debido a las múltiples ausencias. Arquero incluído. Modificaciones extremas en la línea del fondo y también en la línea media. Como para que tengan una idea de lo en bolas que salimos a la cancha.

Aguantamos bien 15 minutos, donde casi mojamos con un pase al medio del Perro, pero una serie de errores en la marca tras un corner en contra le entregó en bandeja el primero a los verdes que sin haber hecho más ya se ponían arriba. Así y todo, Rejunte fue a buscarlo, más con huevo que ideas. Intentó, intentó, pero nunca supo cómo y tras volver a marcar como nenitas chiquitas otra salida de un corner, llegó el segundo. la jugada fue en cámara lenta: un rival recibiendo el corner corto, acomodándose ante la mirada pasiva de los rejunteros cuyos ojos veian cómo la bola era tranquilamente dominada en nuestra área chica y con toda la paciencia del mundo se coló al fondo. Pum, Golpe en la nuca. Rejunte se descontroló y dejó paso a la goleada. Por derecha llegó el tercero, el lateral de cambalache llegó en posición inmejorable y clavó un viandazo al ángulo. Al rato estrellaría uno en el travesaño. Conmoción.

Beto quiso probar con cambios pero las cosas no fueron mejor. Para destacar, sin dudas, la entrega de Feli para correr todas en la peor mierda de situación, y algunas lindas combinaciones del ataque Mosca-Gato-Perro que no llegaron a ser gol por poco. Y como no hicimos ni un gol, todo podría verse como la puta mierda. Entonces, para qué mentir, llegó el 4to como un pase a la red que ya nos dejaba a todos muy regalados. Rejunte siguió intentando, pero no hubo caso. Lo mejor que nos podía pasar era que terminara el partido de una buena vez.

Pasaron los días, el mal trago baja con un poco de ron, y la cosa sigue porque no nos queda otra y porque además seguimos prendidos. Vamos recién 5 fechas, quedan muchos puntos en juego que pueden ser nuestros. Y así como me fui re caliente por la derrota ahora estoy más tranquilo porque vi que todos se fueron re calientes también y noté en el fuego que salía de sus ojos a algunos querían cagar a piñas a una anciana inmigrante. Viejo, este equipo tiene sangre y estoy seguro que no querrá comerse un garrón como el del domingo.

Además, qué puedo decir sino gracias a todos los que, pese al mal momento, estuvieron en la cancha con el borracho, bancando al equipo, cambiando sus días laborales para jugar, arreglando con la novia para otro día, postponiendo la operación de testículos para otro momento, diciéndole a Dios que no le gediera la verga este día porque jugaba Rejunte y es algo que les gusta y apasiona y se ponen locos. Señores, brindo por todos ustedes que hacen la kermés fluorescente y los invito a que levantemos a este borrachín que es capaz de darnos la alegría del año.

Acá todos los que queremos que nos vaya bien pensamos una cosa: podemos jugar mal y podemos jugar bien. El tema es no quedarnos en la nada, estancados a mitad de camino. Sino meterle, vale muchísimo la actitud de todos los que están viniendo a lucir la fluorescente y eso es lo que más nos importa, que vengan a jugar y a mostrar que tienen ganas y que saben cómo.

Nos queda una semana para recuperar las gambas, organizarnos un poco y esperar el momento agazapados, como un gato en el tejado divisa entre las ramas a un gorrión . Y despacio, en silencio, con gracia y estilo, lo aborda sin piedad y de un garrazo le arranca la cabeza con toda la espina dorsal adherida. Esa es la actitud que va a tener Rejunte cuando vuelva a salir a una cancha porque nos mearon la birra y eso, no nos cabió ni medio.



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