Un beodo duro de acostar: ¡escabiado es insoportable!

Deportivo Rejunte empató un partido que había arrancado chivísimo y dentro de un reparto parejo de merecimientos, casi se lleva los 3 puntos en la última pelota. Las claves estuvieron en un equipo tácticamente ordenado y muy solidario que tuvo las llegadas más claras ante un rival que lo había goleado feo en la pretemporada.

Por más amor que le tengamos al borracho putañero hay que reconocer que el empate 1 a 1 contra Defensores de Hattrick es justo y refleja fielmente lo que fue el desarrollo del partido. Estamos de acuerdo en que la sensación final e inmediata que quedó fue contradictoria teniendo en cuenta que el partido se podía haber resulto a nuestro favor en los últimos 10 minutos fatales, cuando el rival se había desordenado tácticamente y ya comenzaba a sentir el cansancio. Pero crean lo que dice este cronista proxeneta: el empate estuvo bien, el punto sirve y el equipo demostró que está consolidado desde lo anímico, que tiene un grupo humano muy fuerte donde sostener sus ilusiones y que además, por que esto habría que reconocerlo, se pudo haber ganado. No podemos estar enojados con el resultado: sería una falta de respeto a todo el esfuerzo que hizo Deportivo Rejunte para remontar un partido desfavorable, empatarlo y casi ganarlo. Pero vayamos a los hechos.

El match con los Hattrick arrancó metafísicamente seis días antes del encuentro en la cancha 6, en el preciso momento en que la organización lanzó el fixture: en la cabeza de cada rejuntero estaba presente aquel lapidario 7 a 0 sufrido en los amistosos de marzo-mayo y los deseos de venganza sith asesina fueron inevitables. Pero a pesar de tales ánimos combativos la cuestión empezó hedionda para el Depor porque a los 10 minutos se vio cero a uno abajo en un momento en el que estaba jugando mejor que su rival. Con Nico de único 5 Rejunte intentaba llevar la pelota por el piso y lastimar al contrincante llegando por abajo. César, de enganche, se mostraba constantemente como opción de pase y cuando se juntaba con Fede y Julián por izquierda generaban lo más lindo del Borracho. Todas las líneas estaban compactas y los intentos del rival quedaban en muchos toques que terminaban con un centro o un intento de tiro lejano. Pero en medio de esa sensación de estabilidad llegó la desventaja: tras una muy rápida jugada los Hattrick encaran de frente a la última línea rejuntera y con un excelente pase en cortada habilitan a un delantero que entrando por el medio del área elude a Juan y define a contrapierna de quien escribe en este inmundo blog, que llegaba con la ilusión de sacarla en la línea. Golazo y san se acabó: nada para hacer por el arquero, el pase fue preciso y la definición de primera.

Las puteadas se escucharon sistemáticamente: no merecíamos tal puta suerte. Y a partir de esa incómoda coyuntura futbolística comenzó lo verdaderamente bueno del Borracho, porque con la idea de salir a empatarlo a los 10 minutos siguientes la cosa estaba 1 a 1 y parecía que en cualquier momento se marcaba el segundo. El equipo salió decidido a hacer el gol del empate sin perder la tranquilidad y el orden: todas las líneas se adelantaron 10 metros e inclinaron la geografía de la cancha para hundir en el infierno al arco de los rivales. César metía pases picantes, Fran ganaba en todas y llegaba con mucho peligro, Santi se movía sigilosamente por el área, Gus comenzaba a comerse la franja derecha y Fede metía bochazos a posiciones de gol. Y así, con mucho empuje, garra y fútbol se llegó al merecido empate: tras una falta o corner (ya no me acuerdo cómo fue y debo confesar que a veces tengo lagunas mentales con los partidos, es complicado ser objetivo estando en la faena) la segunda jugada queda para Fran que entra al área por derecha con pelota dominada y con el dulce panorama de muchos hombres de Rejunte moviéndose en la zona: el rayo rejuntero hizo lo que pide el manual, tiró un buscapié paralelo a la línea de cal del arco y solo, como una lombriz invisible, como un tubérculo ancestral, como un topo del recontraespionaje, emergiendo de las raíces del área chica voló Santi entre todos los cuerpos y de cabeza, de palomita, con una elegancia de la concha de la lora, anotó el golazo del empate. Rejunte era mucho más que el rival y durante los 5 minutos siguientes la sensación era que el segundo del borracho estaba al caer. El tiempo corría y tras el vendaval fluorescente el rival controló la pelota y comenzó a ejecutar su juego: intentaban llegar con su enganche con pelota dominada para que pusiera el pase profundo a los puntas y volantes que no paraban de llegar por las bandas y hacer la misma del primer gol. El partido se hizo de ida y vuelta y así se fue la primera parte.

La segunda mitad fue menos virtuosa, claro está, pero Deportivo Rejunte contó con las posibilidades más claras del partido. Sumando a Néstor en el medio para darle una mano a Nico entre tanto pánico y locura, el Borracho anuló al enganche del rival y entonces el fútbol comenzó a jugarse por las bandas. Tras los primeros 15 minutos en los que la cosa estuvo pareja, Fran se encuentra con un terrible mano a mano que intenta definir abajo y que tapa el arquero con mucho oficio. El borracho avisaba mientras el rival se desesperaba atrás por no poder hacer mucho adelante. Como un perro herido, los rivales comenzaron a volcarse masivamente en campo rejuntero y así obtuvieron el dominio de la pelota pero sin generar peligro certero ya que tácticamente el desempeño del borracho putañero fue excelente. Ordenados, concentrados, corriendo cada pelota como si de vulvas rodantes se trataran, el Depor cerró con candado su área y llevó los acontecimientos al punto infartante del ida y vuelta liquidatorio. Por un momento el partido se puso caótico, la pelota caía en nuestro campo y la comenzamos a rifar con pelotazos, no estábamos tranquilos en la tenencia y en la creación de juego: el borracho se puso un poco nervioso por la impotencia y porque las cosas no salían, pero tras unos minutos se volvió a afianzar en la cancha y se plantó ante el rival como en una ruleta rusa: una sóla bala quedaba en el cargador y los dos equipos iba y vnenían con todo en búsqueda del tiro de muerte. De todos modos hay que reconocer que el rival jugaba bien al fútbol y que tenía players muy jóvenes que se corrieron toda la cancha de principio a fin: algunos rejunteros sufrían el cansancio que generaba mal juego, pero cuando no hubo fútbol, insisto, hubo cojones, y entonces la cuestión se compensó.

En los últimos 10 minutos la cosa podría haber sido para cualquiera: Rejunte tuvo otro mano a mano que le sacan a Fran del pie con un cruce heroíco, Hattrick hacía cambios en la línea de arriba para intentar romper el cerco de alambres de púa y gordos rotwailers que el equipo había montado. Frente a la desesperación del rival, la última bocha del partido encontró a cuatro rejunteros contra dos rivales en una contra mortal que lamentablemente no se pudo concretar. El árbitro, de muy mal desempeño, terminó lo que fue un partidazo contra un rival durísimo de la categoría. La última jugada fue lo que quedó en la mente del elenco del borracho que por un momento se convenció de que lo ganaba. La cosa terminó 1 a 1 y estuvo bien.

Para rescatar, como siempre, la actitud positiva, solidaria y anímicamente impecable de Deportivo Rejunte para empatar rápido un partido que se podía poner muy chivo, con los huevos suficientes para bancar la mesa cuando el fútbol no aparecía, con una entrega increíble de cada jugador que debió salir a batallar en la picadora. Estamos de acuerdo en que nuestro mayor déficit fue que no pudimos tener la pelota ni jugar por el piso como en el primer tiempo y por eso nos acomodamos a un juego de la recuperación rápida en el medio y el pase punzante: no podemos decir nada, casi lo ganamos con ese planteo y la sensación que nos quedó a todos fue más positiva que de lamento. Porque claro, el borracho putañero está viviendo pornográficamente en cada jugador del equipo, tanto en los que les toca jugar como en los que vienen a hacer el aguante y les toca mirar desde afuera. Rejunte demostró que es un equipo hecho y derecho y que va a dejar todo para seguir por la buena senda.

Seguimos invictos (sólo el puntero del torneo mantiene esa condición), los delanteros están metiendo goles (Santi se convirtió en una pieza importantísima del borracho y está demostrando su adaptación a una categoría agresiva con goles y movimientos inteligentes), el medio rejuntero se va afianzando de múltiples maneras, el temple de sus players está intacto, todos los que entran lo hacen a un nivel idéntico al jugador que reemplazan, tenemos recambio, mucho compromiso y ganas de jugar al fútbol. El sábado que viene el borracho tiene un hermoso partido para llevarse los 3 puntos y la oportunidad de seguir prendido ahí arriba, animando el destino de la categoría C, sometiendo a los rivales a su pija gruesa y ladillosa.

En pocos días nos vemos
Piñata

2 comentarios:

Rasec dijo...

Partidazo muchachos. Tácticamente perfecto el planteo, con momentos de buen fútbol y otros de aguantar ordenadamente. Rescato la concentración 100% del equipo, no hicimos ni una sola falta innecesaria de esas que estábamos acostumbrados, y eso fue por estar metidos a full con el partido.
Es verdad que podríamos haber ganado, pero bueno, que querès, si estaba Fran arriba!

Federico dijo...

bein ahi rejunte!!..porque cdo estabamos 1 a 0 abajo creo que a todos se nos paso por la cabeza el tedioso 7 a 0