Amenaza de Bomba: 1
Minuto 15 del segundo tiempo, gran corrida de Lucho, la empuja el Gato y Rejunte arriba dos a uno, medio equipo festejando el gol en la mitad de cancha mientras en el banco fluorescente se escuchaban gritos desmesurados. Eran Mosca y Manu, que no se ponían de acuerdo en la táctica a seguir. Lo que comenzó como una simple diferencia terminó con una escena en la que ambos iban retrocediendo y puteándose a la distancia. El primero quería que se queden los laterales. El segundo todo lo contrario. Los gritos iban y venían, hasta que se escuchó el remate: "¿Quién te crees que sos? ¿Bielsa?". Los de afuera miraban sin comprender bizarro episodio. Entonces, en la desesperación, el Mosca ve pasar por delante del banco fluor a un suplente del rival, y le tira: "¿Vos sos de los nuestros? ¡Preparate porque entrás!"
Este es el Deportivo Rejunte, este es el histórico Borracho Putañero que conozco, el que tantas alegrías me dio hace ya más de 10 años que visto sus estridentes colores. Volvió la mística fluorescente en las paradas bravas y es lo que tenemos que tratar de crear en cada uno de los tres partidos que nos quedan para cerrar el campeonato adentro de la categoría que alimenta nuestros fines de semana y es el motor de la alegría. El factor clave es uno y notable: Compromiso total del equipo: los que entran a la cancha, los que bancan los trapos desde afuera, los que activan esa burbuja loca de pasión que es el champagne favorito del beodo amante de varios animales del mundo: yeguas, burras, gatos, perras y burra dos veces porque es el que más grosero.
Llegó el viernes como una cosa esperada, se hicieron las 20 hs y el Perro de Caseros ya andaba olfateando las redes de la cancha 5. Llegó caminando tranquilo, con el bolso matero y sus ojos se fijaron en el sintético, vino un recuerdo a su mente tras levantar la vista: El Monumental se eregía de lejos y alimentaba su fuego interior. De a poco van llegando todos, Herno, Marian, Pablo. Comienza el ritual mágico de tomar mate con sustancia. Nos empieza a pegar a todos de puta madre y contamos historias raras. Llega César. Trae una pelota en cada mano, como un profesor de educación física depravado. Llegan Fede, el Colo y Feli, traen otro mate más, doble mate, doble ganas de ir a cagar. Inevitablemente siento cosquillas en el ano y me aparto hacia los baños. En el camino me cruzo a Lucho, Jack y Licha que venían por cancha 6. Me echo un cago rápido, un bombón redondito, pequeño, conejo style. Las Toddy del perro habían activado. Por suerte había papel. Cuando regreso, la banda fluorescente es una multitud. Manuel, Mosca, Juan de los Martes, Fran, el Gato Stone. El bullicio se siente desde la esquina, otra vez los hermosos sonidos de la Libertad: Rejunte es esa kermés que necesita del estruendo para encenderse, el quilombo, el calor, la joda y la fiesta misma, traducidas a un partido de fútbol señores, eso es Rejunte.
Los capitanes salen a la cancha con este equipo:
Marian
Piña Herno Colo Lucho
Licha Feliciano Jack Fede
Gato Santi
Inmediatamente arranca el partido, se cruzan un par de cascotes de área a área, pasan 3 minutos hasta que le cae la bola a Licha en posición de 8 clásico y la lanza al área. La pelota cae llovida, el arquero, mal parado, sale tarde al pique y se le va por arriba, regalito que recoge sin chistar el Gato y manda al fondo de la red. Era el uno a cero para Rejunte que sin hacer nada se encontraba con el triunfo. Asi las cosas, el equipo intentó no desesperarse y tratar de jugar, pero el vértigo estaba metido hasta los huevos. Un total de 4 offsides nos cobraron en el PT producto de apurarnos en la resolución de las llegadas. Amenaza no molestaba más que lanzando pelotas largas al área y a través de saques de esquina. Pero promediando la primera parte, en una pelota dividida Fede recibe una entrada que lo deja tirado en el suelo y se lo tienen que llevar en el carrito por el dolor en la rodilla. Vaso de whisky berretazo para la kermés que se desinteresó por completo del juego, metió su medio muy atrás y terminó pagando con un gol del rival tras un corner. Otra vez en tablas y había que meterle fichas al jueguito porque sino ibamos a estar Game Over.
Terminó el PT y entraron a jugar Mosca y Manu, pero no se calzaron los timbos, sino que activaron las fibras sensibles de los rejunteros para iniciar la remontada futbolística, pero sobretodo, anímica y espiritual. Tras la charla, Rejunte salió con otra actitud a jugar y eso se notó de movida: Jack y Feli se habían parado unos metros más adelante y Rejunte presionaba bien arriba forzando el error del rival, y así, viendo que el camino era satisfactorio, el equipo se dedicó a laburar en todas las líneas para ganarlo. Con el negro César desde el PT en reemplazo del lesionado, la kermés buscaba asociar sus players para atacar y conseguía avanzar con criterio hasta el fondo. Rejunte iba una y otra vez a buscar el gol y tuvo su premio a los 15: Lucho arrancó como una cortadora de pasto por izquierda y dejó a dos hombres en el camino, con confianza se metió al área y lo vio al Gato entrando sólo por el medio: el actor más solicitado del momento hizo todo bien: frenó la marcha y tocó al medio para la llegada del Stone que la empujó con sus fibrosos abdominales de cerveza. Locura total en el banco rejuntero, los gritos que les comenté al principio y la kermés volvía a sentirse viva.
Todos puntos altos para el equipo en el ST. Todas las líneas bien paradas y cada jugador entendiendo la relevancia del partido y la necesidad de hacer las cosas de esta manera. Todos corriendo hasta pedir el cambio para dejar hasta lo último de gambas con tal de ganar. Ese es el Rejunte que conozco, la re puta madre. El partido seguía, Mosca y Manu hacían su particular show a lado de la línea de cal, los presentes se divertían, y los de adentro iban a buscar más. El fruncimiento de ojete se hizo presente cuando un tiro lejano agarró a Marian a contrapierna y pegó en cámara lenta en el palo. Ese aviso pegó fuerte: había que matarlos o sufrir hasta el final. Jack tomó la posta y se dedicó a jugar. Feli lo bancó en todos los ataques, y así el equipo iba encontrando los espacios. En un excelente movimiento, el Perro pica al vacío y Jack lo asiste a tiempo para un mano a mano que fue una de las mejores definiciones del año: paciencia ante la salida del arquero y definición de caño para desatar el vendaval de inconsistencia mental que es Rejunte. Todo el equipo festejando en una montaña de abrazos. Las miradas echaban fuego vieja, era un placer estar en cancha con el equipo así de encendido. Amenaza iba con todo arriba pero no podía sacarle la pelota a Rejunte, y sufría en el retroceso. Licha corrió por enésima vez surcando la banda derecha, y lanzó alto para el Perro que dominó, eludió al rival con un autopase y la picó suavemente ante la salida del arquero para teñir el cielo de verde fluorescente y llenar el aire con un sonido hermoso: GOOOOOOOOL.
Pasaban los minutos y los rivales se desmoronaban anímicamente. Amenaza de Bomba se quedaba sólo como una inocente broma del secundario y el borracho se regocijaba en su propia fiesta. Afuera todos vibraban y el pitido final terminó de pintar el cuadro del triunfo: todos los rejunteros fundidos en abrazos, colores hermosos para esta dificil parada que se bancó con huevos, fútbol y muchísimo compañerismo.
Estos 3 puntos nos sacaron de la zona de descenso y nos dieron libertad en el torneo, pero depende de nosotros seguir por nuestra cuenta. El lunes tenemos un partido dificil, tal vez uno de los más complicados del año, con un rival que intentará ganarnos desde el primer minuto porque viene con chances directas de ascenso. Va a ser una guerra con dos fines distintos. Nosotros no podemos bajar la guardia ni mucho menos. Otra vez nos vamos a juntar temprano, a cocinar de a poco la receta mágica que nos hace el mejor equipo que podemos ser. A todos los rejunteros, nos vemos otra vez el lunes, todos los que fueron el viernes tienen que estar ahí, cueste lo que cueste.
Les dejo una perlita, el momento en que Fede le explicaba a la doctora que era de suma urgencia un masaje con final feliz para poder recuperarse. Observen la mirada lasciva en el conductor del carrito, quien no quería perderse del espectáculo. Finalmente todo terminó con Fede dolorido, sin masajito, pero contento con la victoria y pensando fuerte en que este lunes podemos dar el batacazo.
Abrazos para todos!!