Ëpica batalla del borracho que en condiciones deplorables aguantó hasta donde pudo y bancó hasta el final con dos hombres lesionados que siguieron en cancha para no dejar tirados a sus compañeros. Terrible entrega de un grupo de enfermitos que aunque puso todo lo que pudo, no alcanzó para sumar en la tabla.
Mística pura: vean cómo el negro, enarbolado en ese chorro fluorescente, envuelto como un shawarma en el trapo rejuntero, avisora el símbolo que sobre su cabeza emerge como preguntándole: "¿Quién se comió el dulce de leche ayer a la noche"? y el negro que reflexiona, seriamente, con los brazos en jarra: "Creo que fui yo".
Fecha 6
Deportivo Rejunte 1 (Gato)
Cosa Nostra 3
Múltiples bajas, por conflictos gremiales, problemas de salud, abducciones alienígenas, lesiones en la semana, también lesiones de último momento y cómo no, lesiones durante el partido. Una leche grumosa como la de Silvio Soldán es la que por estos días tiene en sus huevos el borracho. Pasaban los días desde la citación inicial y los muñecos se caian con la facilidad de un pedo tras un guiso de lentejas. A tan sólo 1 hora de salir a la cancha eran 9 los players disponibles para la faena. Beto caminaba sobre el techo del banco de suplentes de la cancha 5 primero intentando suicidarse, luego, tras una charla, intentando reunir a algún rejuntero perdido en la nebulosa.
No hubo forma de resolver nada y el match versus los amigos de Cosa Nostra arrancó de la siguiente bizarra manera:
No hubo forma de resolver nada y el match versus los amigos de Cosa Nostra arrancó de la siguiente bizarra manera:
Fucce
Piña Herno Licha
Feli César Mauro
Zizzu
Gato
Al comienzo la diferencia numérica no era tan evidente, ellos habían arrancado con 10 y si bien tenían ventaja, durante los primeros momentos el equipo bancó y fue a buscar. A los pocos minutos de juego, el rival completaba los 11 y comenzaba el asedio al área fluorescente que sufría. Y así, en un avance que nunca pudo parar el medio, los mafiosos llegaban al gol con un chutazo desde afuera del área que agarraba mal parado a Fucce. Cómo no tenía sentido desanimarse, el equipo fue a buscar el empate y lo consiguió a los pocos minutos tras una muy buena jugada de Zizzu que bajó una pelota en el medio, bancó las marcas y asistió al Gato que primero definió corto pero agarró el rebote del arquero para mandarla al fondo. El borracho tomaba aire rápido mientras afuera Lucho se cambiaba para entrar. Ahora éramos 10.
Con el ex Faena´s Boy en cancha, la kermés se organizó mejor en el medio y tuvo algunos pasajes de tranquilidad que iban a durar hasta el momento en que Mauro hizo un pique y le tiró el isquiotibial. Otra vez Rejunte con 9 a aguantar lo poco que quedaba de tramo inicial. Para el ST hubiera estado genial hacer cambios, pero ni éramos 11 con lo cual, esto es sólo una línea que escribo al pedo porque ustedes son unos forros. Entonces, comenzó la otra parte de la cosa y Rejunte siguió bancando de modo tambaleante, pero arremetiendo de vez en cuando. Mauro no quiso quedarse en el banco y entró a la cancha rengo, para molestar un poco a los contrarios.
Entonces, nuevamente la cosa se tradujo en aguantar abajo de cualquier forma y tratar de arriba meter alguna corrida o jugada que pudiera salvarnos el mediodía. Para hacer todo aún más dramático, César decidió también picar hasta la línea de fondo y el pedazo de osobuco que tiene por pierna se le soltó, con lo cual, Rejunte sumaba otro lesionado más. Instantáneamente llegaba Gabi, que volando desde el laburo aterrizó en la cancha 5 y ayudó. Y cuando parecía que el partido entraba en un pozo completo, los mafiosos desnivelaron el marcador tras empujar un tiro de esquina. Un gol tristísimo, feo, que rebotó en la canilla del rival, pero que nos dejaba a nosotros en bolas y a ellos con los 3 puntos.
Con aún más desorden y descontrol, el borracho fue a empatar o morir, y por cómo venía la historia no hace falta hacer demasiado desarrollo literario para contar que en una contra los mafiosos sentenciaron el encuentro con una definición exquisita que entró pegada al palo. El partido entraba en su etapa final y lo que podía pasar era el descuento de la kermés o el cuarto de la mafia, no pasó ni lo uno ni lo otro y se terminó todo.
Quienes llevan muchos años en este torneo entienden lo difícil que es jugar un partido en las condiciones que lo hizo Rejunte y por eso quiero destacar la actitud de algunos mafiosos, sobretodo de los mafiosos clásicos, esos que están desde la primera hora como Araña, el legendario arquero de Cosa Nostra, toda una institución para mí y también a Jesús (alabado seas), DT del equipo, fanático de nuestras crónicas. Está bueno ver que los años pasan pero que la locura permanece intacta en sus cerebros y corazones.
Para cerrar un poco esta crónica, sólo tengo palabras de agradecimiento para los que fueron a bancar al borracho este fin de semana. Tanto los que estuvieron adentro como afuera, la verdad que hay que sacarse el sombrero (aunque noto que nadie usa sombrero) porque le pusieron mucho huevo a un partido en el cual salimos completamente regalados. Cómo hablamos después del match, nada para reprochar, se corrió hasta el fnal y se dejó todo por el compañero. Obviamente que nadie está feliz por el resultado, la hazaña es linda cuando se cumple, sino es fantasía, y el 1 a 3 nos muestra un poco la realidad que nos toca vivir.
El equipo necesita reorganizar sus filas, recuperar jugadores, tanto físicamente como moralmente, y también seguir creyendo, seguir metiéndole fichas al borracho. Creanmé que aún falta mucho para que esto se termine, aún dependemos de nosotros: quedan todos los rivales que están peleando, como para que se den una idea de los hermosos partidos que aún tenemos por jugar. No quiero a nadie triste ni caliente por la derrota, esto nos tiene que servir para estar más pillo y tirar juntos entre todos. Hay material para hacer las cosas bien, no podemos perder las ganas ni el entusiasmo porque recién empezó la historia.
Les mando un abrazo a todos
Piña