El borracho putañero nunca supo claramente qué hacer. Dudaba. Se tocaba los huevos, se olía la mano, se rascaba el orto con la misma mano, se la volvía a oler. Pensaba, deliraba....¿poner la pelota en el piso o llenar la olla de cascotazos? ¿esperar a ver que hace el rival o salir a romper todo? ¿putear al árbitro o tratar de encarar por las bandas? Y entre tantas dudas e indecisiones, Perdón Fútbol, con un poquito de voluntad, se terminó llevando los 3 puntos tras un mal rechazo en el área fluorescente. Como un pelotazo en los huevos, el borracho quedó tirado y dolorido. Ahora, sabiendo que tal vez haya quedado estéril, no le queda otra que seguir intentando para ver hasta donde le da la poronga. La revancha es este miércoles, no falta nada....
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¿Fue mano o no fue mano? El referí dejó que el juego siga pero la evidencia de los gajos en la piel quema cualquier duda |
Poco para rescatar del pasado sábado en Ciudad Universitaria. Rejunte no salió con todo a buscar los 3 puntos, y esas ganas que tal vez estaban escondidas en el inconsciente, nunca llegaron a salir del interior como para reflejarlo en el juego. Un primer tiempo ordenado pero de escaso vuelo en donde ninguno de los dos equipos tuvo chances reales de gol salvo algunos remates de media distancia y centros que morían en la nada. El equipo no articulaba las líneas, los delanteros lejos de los volantes, los defensores demasiado exigidos para salir jugando y la apuesta, mala, a la pelota parada. Para entender qué poco quiso jugar Rejunte es necesario recordar que todos los tiros libres de mitad de cancha fueron centros al área en vez de toque corto y creación de juego. Muy pobre realmente, las líneas creativas no se asociaban, se abusaba del pelotazo y se regalaba la pelota sin sentido.
Para el segundo tiempo el DT metió un punta por un hombre del medio pero tampoco cambió la cara del equipo, que seguía deambulando por la cancha y no hacía ni tres pases seguidos. De hecho, el cambio desbalanceó el medio y a partir de ese momento el borracho no pudo generar nada de nada. Una lágrima. No había reacción ofensiva, salvo una sola que le quedó a Maxi de zurda y se fue apenas arriba. El partido era más bien cerrado y estaba cantado que se resolvería por un error. Lamentablemente falló la línea de atrás fluorescente y un punta de Perdón aprovechó colocando un remate que se durmió en la ratonera pese el esfuerzo de Espacial. Muy poco para rescatar, casi nada diría, es más, pondría este partido como ejemplo de como no hay que jugar a la pelota. Demasiada cautela, demasiado análisis, poco juego, poca sangre, poco potrero....
Desde un planteo inicial conservador y especulador hasta la inexpresividad de los players en cancha y la muy poca polenta de los cambios que entraron parecieron sellar el destino de una mañana calurosa que igualmente terminó con birra post partido y con algunas reflexiones interesantes. Flojo en todas las líneas, el borracho dejó pasar un partido que podría ponerle pimienta al campeonato. La derrota solo nos dice que mejor, pensamos más en jugar al fútbol que en fantasías deportivas.
La revancha será este miércoles. A la noche. Claro, debería ser el mejor escenario para el borracho. Pero hay que demostrar. El equipo exige que hoy por hoy, los rejunteros que salgan a la cancha tienen que demostrar por qué están ahí y ratificar que se mueren de ganas por jugar en la kermés. No quiero que ninguno piense que ponerse la fluor es una gilada, ni ver que los que están en el banco se comen los mocos por el hecho de estar en el banco.
Tendría que castigar a todo el equipo sin dar la dosis semanal de prostitutas durante el entrenamiento. Creo que ese será el castigo, si.
A olvidar el mal trago y a pensar en lo que se viene.
Saludos