siempre es duro narrar la derrota en las crónicas, pero en momentos como estos la responsabilidad del espacio literal es suprema: no podemos pasar por alto el partido contra te averiguo ya que dejó muchas cosas para analizar. de todos modos la cosa es simple queridos rejunteros, no hay misterio en la pérdida del invicto y esta crónica es una especie de catarsis textual que nos servirá para enterrar a este muerto que fue nuestra primera caída en el campeonato y pensar en el futuro. sinceramente no hay mucho que se pueda agregar a lo que el grupo habló en la cerveza post partido del bar: nos ganó un equipo que en los papeles no tendría que habernos complicado y sin embargo, cuando nos quisimos dar cuenta, teníamos un pepino clavado en el orto y el invicto que moría como la paloma a la que nacho asistió hace una semana en la misma cancha.
el partido arrancó chivísimo, tal como había advertido el DT Beto Martinez antes de comenzar el cotejo, el rival salió con el cuchillo entre los dientes a pasar por arriba al puntero del torneo y durante el primer tiempo te averiguo contó con las chances más claras a fuerza de presión asfixiante sobre el medio, fricción constante a la línea de tres, mucho vértigo en el juego asociado y potencia física en sus delanteros que iban con los tapones de punta a cada cruce con la defensa fluorescente. las ganas del rival eran arrolladoras y hasta gritaban cuando la pelota la tenía un rejuntero, gritaban como indios para ponernos nerviosos y peleaban cada bola como la última de sus vidas.
en ese mar de confusiones rejunte no encontraba la pelota y para colmo lo que utilizó como arma fue entrar en ese juego de vértigos y nervios que impedía dominar el esférico y armar los hilos que desentramaran el laberinto: el medio estaba desordenado y los carrileros del rival subían a pura potencia generando peligro en cada avance. los delanteros muy aislados entre si y con poca capacidad de aguantar la bola, y la defensa, con un medio flojo, se mostraba frágil y sin salida: el mínimo error era riesgo de gol en contra. una clara imagen de lo que era el partido se vio cuando en una buena salida de abajo por derecha enganché hacia el medio y lo encontré a cesar libre, el negro recibió en el punto central y en menos de tres segundos cuatro rivales llegaron con todo a sacarle la pelota pasándolo por arriba y obligándolo a cometer un foul que derivó en amonestación. ¡¡cuatro tipos fuera de sí corrieron como salidos del manicomio y por poco más le ponen los tapones en los dientes!! te averiguo inclinaba la cancha no por juego, sino por actitud y guapeza, y eso, al borracho, le dolía en el alma.
durante esos minutos fatales, si hay algo que podamos rescatar fue la concentración y rapidez de juan que atajó dos mano a mano en un lapso de 5 minutos. el arquero del borracho fue la figura del equipo, saliendo con seguridad en los centros y sin dar rebote en los tiros del contrario. tal vez para remarcar el tema de los saques de arco, que terminaron la mayoría de las veces en posición directa del rival, una rosca más al confuso tornillo que estábamos tratando de manejar. pero la verdad es que cayera donde cayera la pelota, el rival siempre tenía uno o dos hombres para controlar la posesión. los rejunteros estaban en otra dimensión, absortos en la nube de pedos de la punta del torneo.
todas las líneas del borracho eran un tembladeral: el rival iba con fuerza a cada una de las pelotas y ganaba las divididas que terminaban con un rejuntero en el piso y tres rivales galopando en dirección a mendiola que desde atrás no podía ordenar a la defensa que sólo pensaba en sacarse la pelota de encima lo más rápido posible. porque claro, la sensación del primer tiempo fue esa: el rival viniéndose con furia desde el medio, la defensa robando a duras penas la pelota o zafando por una mala definición del rival, la pelota que llega al medio rejuntero que la rifaba o la tiraba a los delanteros que no la podían aguantar y otra vez el mismo cuento: el rival acechando y la pelota siempre volviendo al campo rejuntero como un bumeran endemoniado.
la primera parte terminó y el DT modificó el esquema a punto del riesgo cardíaco: de línea de tres cerró la defensa con cuatro hombres y trató de darle más movilidad a la delantera con el ingreso de nacho por alan. así fue que la segunda mitad encontró la versión del borracho putañero a la que estamos acostumbrados: luego de los 10 primeros minutos de caos y locura, rejunte agarró la pelota y comenzó a tocar y jugar. por un instante el borracho tenía controlado el partido e imponía su ritmo de juego, los laterales subían, el medio tenía la pelota y los delanteros se desmarcaban, pero nunca se encontró la tranquilidad para generar una jugada de gol o un tiro desde afuera en posición cómoda. la única clara para el borracho la tuvo fran tras un excelente pase de fede: el rayo recibió por izquierda y encaró al arquero pero al momento de definir la pelota se le levantó obscenamente y salió dos metros arriba del travesaño. eso era lo único que íbamos a ver de generación de fútbol en rejunte, el resto fue barullo, intentona corredora y pelotazo.
los minutos pasaban, el partido se moría y ninguno de los dos hacía méritos suficientes para llevarse los tres puntos. rejunte había bajado la intensidad de ataque y la pelota se rifaba sin vergüenza entre los dos bandos. y bueno, así fue como desde el cielo cayó la maldición y el invicto rejuntero fue a parar a la alcantarilla como un vómito espeso después de una noche de alcohol malo y barato. en el primer minuto de descuento, cuando el partido ya estaba muerto y los delanteros rivales no podían tirar bien ni un centro, cae al área nuestra un rechazo del medio rival -que ganó la pelota del saque de arco propio ante la mirada atónita del medio rejuntero-pablito demora en reventar la pelota y en la vez número mil de presión asfixiante, el 9 del rival roba y tira al arco un disparo sin mucha fuerza que se desvía en la pantorrilla de hernán y se le clava de globito a juan. el festejo de ese gol fue como el de la final de un mundial: todos los rivales saltando y cantando, claro, estaban bajando al líder del campeonato y no sólo eso, le cagaban el invicto.
el partido terminó y la tristeza invadió los corazones de la kermés fluorescente. está claro, el empate, tal como se había dado el trámite del partido, no era un mal resultado y servía seguramente para pensar más tranquilos de qué manera encarar los encuentros de este tipo, que tendrían a un rejunte puntero y a un rival ansioso por ganarnos. lamentablemente la suerte no estuvo con nosotros y así como le ganamos a flazero en la última pelota, lo perdemos irremediablemente en esa bocha fatal no reventada. pero ojo, no se hagan los pelotudos, aca no hay un culpable en la derrota: kalmar la perdió, si, todo bien, y es seguro que ahora está lamentándose y se quiere meter los cassettes de todas las temporadas de family guy en el orto, pero el gol podía haber llegado antes, cuando erró hernán, cuando erré yo, en cualquier momento que erramos y dejamos en evidencia que no estuvimos a la altura de las circunstancias.
pero no dramaticemos que tampoco es para tanto, estamos en una posición inmejorable en la tabla a pesar de la derrota y tenemos que tener en claro un par de cosas que hablamos en el bar:
- nos ganó un rival que no jugó mejor que nosotros, que no hizo fútbol ni manejó los tiempos, que no tuvo un destacado en el campo que la moviera o que no pudiéramos parar: nos ganó un equipo con actitud agresiva y metedora, la actitud que tiene rejunte cuando enfrentó siempre a los líderes del torneo.
esa derrota duele mucho, claro, porque no había nada en el rival que fuera mejor a lo que rejunte podría haber hecho, sin embargo no nos plantamos con autoridad en la cancha de entrada y lo sufrimos al final.
lo bueno de todo esto es que todavía quedan muchísimas fechas en el torneo, la cosa recién arranca y las ganas y las pilas de los rejunteros están intactas: todos nos vamos calientes pero también sabemos dentro de nuestro corazón que vamos a mejorar. este cero a uno supuestamente tiene que descomprimir muchas cosas: ya no tenemos invicto, probablemente ya no seamos punteros y tal vez nos sintamos más cómodos con esa ropa que la del capo de la C. luego de la catarsis textual es momento de hacer cada uno la reflexión personal y cambiar el procesador mental para el próximo partido en el que todos tendremos que dejar la vida para llevarnos los tres puntos y seguir prendidos en nuestro sueño del ascenso. porque está claro que es un sueño y que todos queremos llegar al final del torneo en los puestos de vanguardia. el camino es arduo, todavía quedan rivales tan o más duros que te averiguo y también más débiles, pero nadie regalará nada y que tendremos que estar más solidarios y concentrados que nunca si queremos seguir en la buena senda.
será hasta la semana que viene queridos rejunteros, esto recién comienza y el grupo está unido, firme y quiere hacer las cosas bien, por eso no hay que hacer tanta historia, se perdió y punto: no nos bailaron, no nos pintaron la cara, no nos pegaron un peludo: nos ganaron con un poco más de huevo y eso tal vez es lo que duele, porque históricamente a la hora de meter, el borracho putañero era de lo que más sabían del asunto y el sábado no lo pudimos representar.
seguramente en la semana iremos leyendo los comentarios de los rejunteros que tienen algo para sumar a esta crónica derrotera y catártica. la verdad es un embole escribir las derrotas: la próxima narración tendrá que ser de una victoria porque es lo que nos merecemos y lo que salimos a buscar en cada partido aunque a veces no se de. nadie duda de las ganas y la entrega de ningún rejuntero, la mística está intacta, los gladiadores aunque heridos conservan sus miembros, y la resaca, como todos sabemos, sólo dura un par de días. ¡¡ánimos putañeros!! mientras termina este genial tema de PEZ piensen que la revancha es la próxima fecha: ahí nos sacamos toda la leche ¿o ya se cansaron de ganar? el borracho putañero puede tambalear, quedarse sin putitas o romper su botella en la vereda, pero nunca perder el rumbo: hoy, más que nunca, los rejunteros unidos, peronistas y dolidos, estamos invitados a revertir la situación con fútbol, goles y muchisimo huevo. punto final para esta maldición.
¡¡hasta la victoria siempre que haya escabio!!